Capítulo 2

18 8 36
                                    

Salgo de lo que se suele llamar habitación, yo le digo cuartucho, un espacio exageradamente reducido donde solo cabe una cama personal y un pequeño armario, en el que guardo lo poco que tengo.

Escucho a mamá hablando por teléfono con alguna amiga, no soy de espiar conversaciones pero esta me interesa, por lo que me quedo en el umbral escuchando.

—No, no hay de que preocuparse. Son gente de confianza, no son delincuentes... No, no los conozco pero me los recomendó una amiga en la que puedo confiar, son sus primos... Ya lo sé, está bien caro, lo que piden es una cantidad difícil de conseguir para mí...  Pero siento que lo vale, no puedo con esta situación, estoy cansada de contar hasta el último peso, no tener ni para comprar un caramelo, mi hija merece una vida mejor...

>>¿Crees que no lo sé? Pedí el dinero prestado, me dijeron que no tenían apuro así que apenas comience a trabajar pago todo... Sí, tengo lugar para quedarnos... Con el hijo de la hermana de Carmina, mi mamá... Exactamente, mi primo... Yo les estuve preguntando eso mismo, la lancha se la robaron al Estado, una que no estaba en funcionamiento por defectos en el motor... Ellos la repararon, dicen que está en perfectas condiciones... Ese mismo día nos vamos, en la madrugada, se que todo va a salir bien, finalmente mi hija y yo seremos felices... Te dejo, tengo que cocinar, luego hablamos y...

Entro a la habitación con rapidez y el corazón a punto de salirse, no quiero que sepa que escuché. Mamá solo había dicho que nos íbamos en lancha, pero esto es demasiado información nueva por digerir. No puedo negar los nervios que me inundan, debo tener mente positiva, todo va a salir bien.


Camino despacio, al parecer la noche es mi amiga hoy, el clima no es caluroso. Miro al loquillo corriendo en círculos. Concentrada en él, nadie más. Me hace feliz de sobremanera observar la energía que tiene, de alguna forma siento que me la transmite.

Me detengo, está interactuando con otros perros. He pensado adoptar uno para que seamos tres y no se sienta solo. Quizás cuando comience la universidad y pueda acceder a otro apartamento tome la idea en serio. Voy a retomar mi paso pero me es imposible, alguien me retiene.

Con una mano me tapa la boca y con la otra me abraza toda la cintura dejando mis manos atrapadas a los costados. Supongo que es un hombre, por la fuerza y altura, está detrás de mí. No me agarra demasiado fuerte, tampoco me he resistido, si lo hago lo más seguro es que apriete su agarre y no quiero.

—Silencio, despacio para no hacerte daño, dame todo lo que tengas —confirmo, es un hombre. Trato de mantenerme relajada aunque mi corazón se aventuró en una marcha imparable, las manos me tiemblan, creo que comienzo a sudar frío. Lo mejor será darle lo que quiere, no deseo que me haga daño.

De la nada algo en mí se activa dejando atrás el sentimiento de impotencia que me causa la situación.

No voy a dejar que me quite nada, suficiente he perdido ya. No volveré a mostrarme débil, lo decidí hace mucho tiempo.

—Es... Está bien —finjo voz desesperada y afloja su agarre.

Giro rápidamente. Un rodillazo en la entrepierna y un puñetazo en el ojo se gana el hombre.

No salgo corriendo, la ira me recorre completa.

Está arrodillado con sus manos donde le di el rodillazo, tomo su pelo en un puño, espero estar haciéndole daño, intento hablar pero él lo hace primero.

—Para, para por favor, maldición Olivia me las pagarás —no comprendo y menos cuando sale de atrás de un árbol una chica grabando con una cámara más grande que sus manos.

—Un día moriré de un ataque de risa —de verdad parece que se morirá, se encoge de formas raras en lo que se carcajea estrepitosamente. Suelto al hombre para preguntar qué pasa aquí.

—Alguien me explica qué pasó para que me estén asaltando y de la nada sale una chica grabando —esto me enfurece, no entiendo nada.

—Traquila fiera. Olivia explícale —intenta pararse y hace un gesto con la cabeza señalándome.

—Chica, relájate, esto no fue un asalto real, fue un experimento social para mi canal de YouTube. Lamentamos mucho haberte asustado pero creo que más lo lamenta Ed —volve a reírse.

—Bueno parejita, no voy a disculparme, bien merecido lo tenías, no pueden ir asustando a las personas así, adiós —me muestro neutra. Busco con la mirada a Sonrisa pero no lo encuentro, voy a llamarlo, nunca va muy lejos.

—Espera, tenemos que presentarnos. Me ha encantado tu respuesta a este tipo de situaciones. Soy Olivia y él mi hermano... —con su pie le da en la pantorrilla a Ed para llamar su atención.

—Ah sí. Señorita golpe duro, Edwin, Ed para los amigos, un gusto—. Su voz es normal, ni muy grave ni muy aguda, un tono medio, sin embargo una voz difícil de olvidar y agradable al oído.

—Krystal, el gusto es mío intento de ladrón —sonrío falsamente, creo que perdí hace mucho las ganas de sonreír a la gente. Solo sonrío sola y a mi perro, algunas veces a los únicos tres amigos que tengo.

—Krystal, si no te molesta, este contenido lo subiré a mi canal. Épica tu reacción, lo recordaré toda mi vida.

—Puedes hacer lo que quieras, verdaderamente mucho no me importa —no me interesa mucho salir en YouTube, hay mucha gente que su cara está en vídeos y no se han enterado, por lo menos ellos son respetuosos y lo dicen, me da igual.

—Genial, genial, por cierto, te invito a que mires algunos de mis videos, seguro te gustan. Mi canal se llama "Experimentos con Olivia".  Apenas edite este video lo subiré, puedes pasarte a verlo, parecías una de esas chicas que practican boxeo, increíble.
Ver su sonrisa, la naturalidad en su expresión me recuerda un poco a cuando era niña, esas actitudes que derrochaban felicidad, quizás si no hubiera pasado por todo aquello, sería más o menos como ella, irradiando un brillo que es muy fácil de notar.

No evito el sentimiento de nostalgia que invade mi cuerpo y mi mente. No quiero pensar en los que hubiera sido si..., tengo que pensar en el presente y futuro, yo también puedo ser feliz, poco a poco lo tengo que lograr. Lograr devolver a mi ser la esencia de mi yo antigua, aunque quede muy poca.

—Adiós, no digo nos vemos porque es probable que nunca más los vea.

—Gracias por los golpes —sus comisuras se elevaron.

Estoy caminando, dando una vuelta para encontrar a mi pequeño cuando él viene a mí. Lo cargo para meterlo dentro de la bolsa.

—Te cansaste mi amor —le doy besitos en lo que doy pasos bastante calmados, disfruto la noche, tan serena, me transmite paz el cielo oscuro y el aire fresco, quiero conversar y pues qué mejor oyente que Sonrisa—. A mamá le pasó algo muy raro hoy, mientras tú andabas perdido fui objeto de un experimento social, no tiene sentido ¿verdad? Eran una pareja de hermanos, no pude ver bien sus caras. La muchacha tiene un canal en YouTube, algo de Olivia experimento, seguro después lo buscamos y vemos algún vídeo.

Sola en el Mar [+18]Where stories live. Discover now