Capítulo 3

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El gran día, hoy se marcará un antes y un después en mi vida. Me río sola, ¡qué filosófica!, sueno ridícula. Es la una de la madrugada, en unos minutos pasará un carro a recogernos.

Son dos horas de camino para llegar donde está la "embarcación" y partir al mar.

Me siento... No sé cómo sentirme. Por un lado, nerviosa. Mi mente y corazón explotarán de los nervios por saber que pasará. Nadie sabe el futuro, pueden pasar muchas cosas.

Por otro lado, feliz. Finalmente podremos irnos a otro país.

Y llega la hora de despedirse, va a ser difícil despedirse de abuela por un tiempo. No conocemos cuando será posible verla otra vez y si todo va bien llevarla con nosotras.

La despedida...

Otro día más de trabajo, hoy por suerte solo tengo que presentarme en el turno de la mañana. Estoy demasiado cansada, pero no me pesa, ayer mi Sonrisa se veía feliz corriendo por la hierba del parque al que lo llevé.

Sonrío ante el recuerdo de lo pasado en la noche, definitivamente es algo que nunca pensé me pasaría a mí.

Hago mi rutina de las mañanas, me despido de mi bebé y comienzo mi camino a El Chicken Feliz. Llego temprano así que me da tiempo a saludar con paciencia a mis compañeros.

Entro en la cocina que es donde están todos a esta hora de la mañana generalmente.

—Buenos días.

—Hey Cristalito, acércate estábamos discutiendo sobre los macrofetos —dijo Jace.

Siempre hablan sobre cosas raras que encuentran en Internet o leyeron de algún libro. A veces me uno a las conversaciones, otras veces solo escucho porque no sé qué hablan, la diversidad de temas que platican es interesante. ¿Cómo chicos tan inteligentes pueden acabar trabajando en una cocina? Es algo que no sé responder.

—Yo fui un macrofeto. Qué palabra tan fea escogieron para nombrarnos, ¿por qué no escogieron súper bebés o bebés superiores? Son mejores nombres —Kirsten es muy soñadora e infantil, a todo le encuentra el lado bonito, le falta un poco de realismo. Aunque eso no quiere decir que sea mala chica, tiene una personalidad muy linda y única.

—¿No te das cuenta que lo que acabas de decir suena mucho más tonto? —se burló Kylie.

—¿Krys fuiste un macrofeto? —escuchar la pregunta de Kirsten me baja un poco el ánimo que poseía.

Buscar en mi mente y no recordar muchas cosas de mi infancia es difícil y frustrante. Pero creo que le pasa a todos, la mente borra la mayoría de nuestros recuerdos para almacenar nuevos.

Sin embargo recuerdo lo más importante, lapsos de tiempo que quedarán no solo en mi memoria, también en mi corazón.

—No sé, no recuerdo cuánto pesé al nacer —quizás no proponen algo como "Pregúntale a tu madre, ella seguro sabe" porque nunca hablo de ella, las veces que mencionan la palabra mamá mi mirada se entristece por completo y deben intuir que algo pasó.

—¿Saben qué? tendríamos que estar felices siempre, somos los espermatozoides más rápidos y ágiles, los que lograron colarse en la panza, dejando atrás a los otro lentos que no pasaron —Jace siempre propone la diversión.

—Jace, tú y tus ocurrencias -niego moviendo la cabeza, no quiero salir.

—Pero tiene toda la razón, y hay que festejarlo —Kylie siempre lo apoya en esos temas. Si tengo que encontrar un defecto en ellos no lo pensaría dos veces, les encanta la fiesta, a la hora que sea, el día que sea. Les da lo mismo sábado que miércoles.

Sola en el Mar [+18]Where stories live. Discover now