Costumbre

5 0 0
                                    

Lo malo de vivir preocupado y en alerta constante por mucho tiempo, es que te acostumbras tanto a ello que cuando estás tranquilo siempre buscas algo por qué preocuparte; alguien de quién cuidar o algo que te mantenga ocupado.

Cuando por fin tu cuerpo y tu mente pueden tomarse un respiro, no sabes cómo hacerlo. No sabes cómo estar tranquilo y sin preocupaciones.

Entonces tu mente no deja de pensar, y tu cuerpo se tensa otra vez.

EscritosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora