Escritos

Ella

Tenía todo lo que necesitaba allí. O por lo menos eso creía. Se sentía segura en su mundo.

Ella tenía sueños, estaba lejos de lo que creía, la lastimaría.

Se sentía a salvo con su música, sus libros. Hasta que descubrió que su peor enemigo estaba dentro suyo.

Entonces, descubrió que podía amar a esos tres chicos que le cantaban todas las noches. A pesar de no conocerlos, a pesar de que ellos no sepan de su existencia. Ella creía que a través de su música los conocía, y sentía que cada palabra de sus canciones, la describían por completo.

Ellos intentaron sanar sus heridas, y prometieron estar con ella hasta el final de los tiempos. Ella prometió lo mismo.

No quería salir de su fortaleza, le había costado trabajo construirla.

Había aprendido a vivir con sus pensamientos, con su parte negativa, con ella misma. Pero alguien saltó los muros, llegó hasta donde estaba. Y le demostró que no todo era tan malo como creía.

Ella estaba contenta, feliz de tenerlo a su lado, hasta que él la invitó a salir de allí. Ahora, debía decidir. Quedarse allí, con su música, sus libros, sus chicos, y sus miedos; que sabía, la consumirían tarde o temprano. O, salir de allí con él, y descubrir un mundo nuevo.

Ella descubrió un mundo nuevo, y a tropiezos aprendió que no todo es lo que parece. Aprendió que al final del día, sólo se tiene a ella misma y que debía confiar en su instinto; cuidarse y amarse primero antes que anteponer a los demás.