La única salida es amar al villano

Capítulo 60 Nombramiento.

El día inevitablemente había llegado.

Desde temprano en la mañana la mansión fue un caos. Los ruidosos sirvientes que corrían de un lado a otro para preparar a sus amos no pudieron evitar las molestias.

El emperador, consciente de la edad del niño, no quiso extender los festejos por muchos días, como era la costumbre, así que deliberadamente exigió que todo se realizara el mismo día

Los planes del Sol del Imperio Lantis, comenzaban desde la mañana hasta altas horas de la noche, dividiendo el día en tres grandes eventos.

Se empezaría a las diez de la mañana con la ceremonia de nombramiento, la cual estaba programada para durar al menos dos horas, en donde el sumo sacerdote del templo daría el discurso para ser precedido por el mismo gobernante quien le daría el puesto de Duque. Una vez esto se hubiera cumplido, debían correr hasta el salón del ala norte en el palacio del Sol, donde en el primer y segundo piso, se llevaría a cabo el banquete oficial al que asistirían todos los nobles. Para finalizar, al anochecer, comenzaría el baile para celebrar en un ambiente más relajado al futuro Señor del Norte.

La agenda era demasiado extensa y pesada para un niño de trece años por lo que se le había ordenado descansar correctamente tres días antes del evento.

Raven, que se había despertado por los pasos de las personas corriendo fuera de su puerta, no pudo volver a dormir y permaneció durante unos minutos mirando al espacio vacío sobre su cabeza.

La mansión que el emperador le entregó era bastante lujosa, pero no se comparaba con el castillo que su familia había construido hace tantos años en la capital.

Llevaba al menos cuatro meses viviendo en los terrenos entregados por el gobernante del imperio y comenzaba a extrañar su propia casa. Desde hace bastante tiempo que esperaba el día del nombramiento. No para recibir su título, sino a que  una vez terminado el festejo, podría volver al fin a su propio hogar.

'Crash'

Su cuerpo dio un salto tras el sonido de algo rompiéndose que llego desde afuera de su habitación.

— Haaaa... Debería dormir un poco más.

Pero aun así se levantó de la cama y se dirigió hacia las grandes ventanas sentándose en el alfeizar.

Afuera aún era de noche. Había nevado copiosamente los últimos días así que el suelo seguía cubierto por una capa gruesa de nieve. El ambiente lucia particularmente frío. La niebla seguía arremolinándose como un velo blanco que se elevaba desde el suelo e impedía que viera demasiado lejos.

"Es bueno haberse quedado aquí... De otra forma habríamos tenido que viajar con este clima."

Pudo ver algunas lámparas agitándose entre la neblina en dirección a los establos, lo que indicaba que ya había personas preparando los carruajes.

"Pronto vendrán a despertarme."

{¿Estás nervioso?}

El niño negó con la cabeza.

— Ya lo he hecho antes... Será agotador, pero es bueno que sea el mismo día. Mientras antes termine, antes podre volver...

{¿... Y que hay de la chica?}