Capítulo 18: "Detective privado"

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RUBY BLANCHET

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RUBY BLANCHET

La siguiente semana fue una muy deprimente para mi. Aquel día no sólo tuvimos un problema que resolver, sino dos, dos problemas muy estresantes. Lo bueno es que conseguimos resolver uno de los dos problemas, lo malo es que no era el problema que yo esperaba resolver.

Después de que nos diéramos cuenta de que nuestro coche fue robado actuamos con rapidez. Llamamos a la policía y le dimos todos los detalles importantes del coche. Ellos actuaron incluso más rápido y tardaron sólo dos horas en encontrar al delincuente. Este era un chico de dieciocho que había hecho una estúpida apuesta con sus amigos. Debía robar el primer coche que veía y con mala suerte fue el nuestro el que vio primero y con más mala suerte Cassian olvidó cerrar el coche así que el chico pudo robarlo sin que la alarma se disparará.

Culpé a Cassian durante los siguientes dos días y estuve de muy mal humor, pero no fue debido al coche, si no el problema de Talos. Mi mal humor se esfumó gracias a que Cassian no dejaba de animarme y lo hacía de una forma que me volvía loca. Cada vez que podía me robaba besos y luego yo le seguía la corriente y estos se volvían calientes, pero no a tal punto de llegar a hacer algo más porque después de que mi mal humor desapareciese, mi preocupación llegó. No podía disfrutar de absolutamente nada, ni siquiera conseguía dormir bien y eso que cada noche dormía en los brazos de Cassian. Los brazos más cómodos que podía existir.

El problema de Talos me había dejado peor que el problema de mi admirador secreto. Incluso se me había olvidado que tenía a un loco siguiéndome los pasos y los de mis amigos y familia. Encontrarle una familia a Talos era lo que se había convertido en mi problema principal.

—Deja de hacer eso. — Me regañó Cassian mientras aparcaba el coche en frente de la casa de Roy.

—¿El qué? — pregunté haciéndome la loca.

—Deja de pensar en ello, te prometo que las cosas saldrán bien.

—No hagas promesas que no puedas cumplir. — Lo regañé esta vez.

—Pero esta si puedo cumplirla así que la hago.

—¿Qué eres? ¿El genio de Aladdin?

—No, pero sé muy bien que lo conseguiremos.

Cassian y yo estuvimos llamando toda la semana a cualquier contacto que tuviéramos para ver si querían adoptar un perro. De entre todos casi todos ya tenían uno y de otros no me fiaba yo como para darles a Talos. Prometí que Talos se iría con una buena familia y eso es lo que le daría, no menos.

—Por esta noche deja de pensar en ello, no hemos venido hasta aquí para que sigas pensando en ello. — Me dijo Cassian apoyándose en el respaldo del conductor para verme mejor.

—No, hemos venido a... la verdad no sé a qué hemos venido.

—A felicitar a Roy por haber pasado sus exámenes y por obtener el título de detective privado como para divertirnos un rato. — Me recordó este y yo asentí.

El protector [+18] © ✔️Where stories live. Discover now