Capítulo 24: "Lo que siento"

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CASSIAN MADDOX

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CASSIAN MADDOX

—¿Sí? — respondí de mala manera. No tenía muchas ganas de hablar con él. Pero si me llamaba era por algo urgente.

¡Cassian! — exclamó él casi sollozando. — No se donde está.

—¿De qué hablas?

Apreté mis puños con fuerza, sintiendo el dolor de mis nudillos.

Ruby, no sé dónde está Ruby.

¿Cómo que no sabes dónde está?

Me daba igual si le hablaba de una forma informal, se lo merecía después de lo que le había hecho a su hija. Además, estaba cabreado y no podía pensar razonadamente. Lucas era el acosador. Ruby había desaparecido. Muchas cosas estaban pasando y yo no sabía como tomarlas con calma.

Fui a su habitación después de que tu subieras a la tuya, intenté disculparme y ella me dijo que no quería escucharme así que me fui. Minutos más tarde sentí que algo no iba bien, especialmente cuando algunos de mis escoltas me dijeron que habían escuchado un ruido detrás de la casa. Ahí fue cuando subí a su cuarto y me di cuenta de que no estaba, se había escapado por la ventana y a secuestrado a Rubén con ella.

Rodé los ojos por un segundo. Entonces no había desaparecido así de la nada, sino que ella misma había decidido escaparse, porque sí, porque le daba en gana. Esto me recordó a los primeros días que empecé a ser su guardaespaldas.

Ella está ahí afuera con alguien de poco entrenamiento y el acosador puede ir a por ella en cualquier momento-

—Carlos cálmate un segundo — El hombre no dejaba de hablar. — Hemos pillado al acosador, fue Lucas Martin, tu trabajador.

Hubo un silencio en la otra línea hasta que se escuchó lo siguiente:

¡¿Qué?! — gritó él — Voy a matar a ese hijo de la gran...

Se detuvo al instante y lo escuché darle un golpe a algo.

—Ruby estará bien ahí afuera, está fuera de peligro.

Aunque hayáis pillado al acosador quiero que vuelva a casa en este instante, así que encuéntrala.

Eso fue lo último que me dijo antes de colgar. En ese momento me di cuenta de que eran las tres de la mañana y de que por más cansado que estuviera iba a quemar el mundo hasta encontrarla.

Sabía que esta era su venganza tanto contra su padre como contra mi. Lo estaba haciendo para darnos un susto de muerte, cosa que había conseguido porque no pude localizarla. Intenté llamarla como doscientas veces, pero su teléfono andaba desconectado o fuera de cobertura. Luego intenté llamar a Rubén, este sonaba, pero a los seis toques me mandaba al buzón de llamadas.

El protector [+18] © ✔️Where stories live. Discover now