Capítulo 10

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- ¡Mueran, mueran, malditos zombies del demonio! – gritaba Tom hacia la pantalla de T.V. ¡Georg, ayúdame viejo!

- Espera hombre, que yo también tengo una horda encima – respondió el bajista apretando los botones de su mando al azar

- ¿Alguien podría revivirme, no quiero perder mis armas – lloriqueó Gustav cuyo personaje había sido dejado en el suelo

Tres semanas después de que los gemelos volvieron de Múnich, Tom invitó a sus amigos a pasar la tarde jugando videojuegos y comiendo bocadillos hechos por su hermano. Los días anteriores habían trabajado mucho en las nuevas canciones y los productores les dieron unos cuantos días libres mientras ellos deliberaban sobre cuál candidato de la terna elegían como futuro cantante de la banda, a los miembros de la banda les había gustado un muchacho llamado Wyatt, tenía buena voz y presencia, pero la decisión la tomaría los altos mandos de la discográfica.

- ¡No mierda! – se quejó Tom – He muerto ¡estúpido juego!

Los chicos decidieron terminar su ronda de juegos, llevaban toda la tarde jugando y ya sus ojos ardían, además no querían tener pesadillas en la noche por haber pasado aniquilando zombies todo el día. Se quedaron charlando en el salón hasta que Bill apareció y les anunció que ya la cena estaba lista. Los tres chicos pasaron al comedor y se sentaron mientras el pelinegro ponía la mesa y servía la comida.

- ¡Oh por Dios, Bill! – exclamó Georg como si acabara de tener el mejor orgasmo de su vida – Hiciste chalupas de pollo

- También hay deditos de queso y papas fritas – sonrió el pelinegro por la reacción del bajista

- ¡Muchas gracias, Bill! – sonrió Gustav mientras veía con emoción lo que estaba servido

- Se ve delicioso – gimoteó Georg - ¡Gracias!

- ¿Gracias? – dijo Tom - ¿Por querer matarnos de colesterol?

- Si se les ofrece algo más, solo llámenme ¡buen provecho! – dijo el moreno con una sonrisa empezando a retirarse

- ¿No vas a comer con nosotros? – preguntó Gustav

Bill miró a su hermano quien lo fulminó con la mirada – No, gracias – sonrió Bill fingidamente – No tengo hambre

Gustav y Georg solo asintieron, luego el menor se retiró del comedor dejándolos disfrutar la deliciosa cena.

- Tu hermano está muy delgado y pálido – comentó Gustav comenzando a comer - ¿Está comiendo bien?

- Sí, solo ha estado un poco mal del estómago, ha andado con nauseas, seguramente comió algo que le cayó pesado – respondió Tom comiendo papas fritas

- ¿Y cómo lleva la muerte de su padre? – preguntó Georg

- No lo sé, Geo – contestó – No hablamos de eso

Decidieron dejar de hablar del gemelo menor, se veía como a Tom no le agradaba tener que hablar de él. Siguieron conversando de la primera tontería que se les viniera a la cabeza y poco a poco la comida servida en la mesa fue desapareciendo, en realidad estaba deliciosa. Treinta minutos más tarde los invitados se despedían de Tom prometiéndole volver una de esas tardes para divertirse de nuevo.

Luego de ver como sus amigos se marchaban en el auto de Gustav, Tom subió a la habitación de su hermano para avisarle que ya podía ir a limpiar la cocina y lavar los platos, pero no estaba allí. Pudo escuchar como corría el agua de la ducha del baño de la habitación por lo que supuso que el pelinegro se estaría dando una ducha y no saldría hasta dentro de unos 10 minutos.

As The Lights Go Down (TWC Kaulitz)Where stories live. Discover now