capitulo 52

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--¿Qué sucede, mi amigo? ¿Hay algo que te preocupa?-- Demián miró a Alexander con sorpresa, finalmente Alexander reunio el valor para preguntar por Susanne.

---¿La has visto?--- preguntó rápidamente.

--- ¿A quién te refieres?--- cuestionó Demián con una sonrisa traviesa.

---Sabes perfectamente a quién me refiero--- declaró Alexander con fastidio, frunciendo el ceño.

---Oh, ¿de Susanne hablas? ¿Quieres saber de ella?---respondió Demián con fingida sorpresa.

---Sí, quiero saber. Y deja esa expresión tonta en tu rostro.-- exclamó impaciente Alexander.

---Tranquilízate. Después de meses escuchándote decir que no te importa y que no la quieres, ¿cómo crees que reaccionaría?-- respondió Demián imitando a Alexander.

----Deja de bromear y responde. ¿Sabes algo de ella?-- preguntó con firmeza.

---Por lo que sé, Susanne está bien.---

---¿Solo eso?--- inquirió Alexander molesto.

---¿Qué más quieres saber, Alexander?----

----¿Es verdad que está enferma?-- preguntó con curiosidad.

---No lo sé. ¿Por qué me preguntas a mí? Mejor pregúntale a ella.-- sugirió Demián entre risas.

---¡Becher, a veces eres un imbécil! -- exclamó Alexander, agarrando su saco del respaldo de la silla.

---Tú eres quien se alejó de Susanne y asumió cosas sin fundamentos. Te he dicho muchas veces que Susanne no es como tú madre.-- dijo Demián.

---Susanne resultó ser una cualquiera porque todas las mujeres son iguales, Becher.-- concluyó Alexander con desdén.

En una oficina de Scotland Yard se encontraba Brad, con las escasas pruebas sobre el caso esparcidas en su escritorio.
Las fotografías del último asesinato yacían dispersas.

Tomó una foto y la examinó detenidamente, hablando en voz alta.

---La señorita Charlotte murió de la misma manera que Anne Usmanov, el asesino siguió un patrón .--- suspiró y luego tomó un sorbo de su café, observando cómo la espuma se elevaba en la taza.

Rápidamente repasó los acontecimientos y confirmó en su mente quién era el asesino, sabiendo que debía detenerlo sin demora.
Debía revelar la identidad de ese sujeto antes de que cobrara más vidas.
Había convulsionado Stratford upon Avon.
Brad recogió su saco que descansaba en el respaldo de la silla y lo tomó decidido.
Se dirigió hacia la puerta, pero una voz le detuvo.

---¿A dónde vas tan tarde?--- preguntó esa voz peculiar.

----Quienquiera que seas, no podrás detenerme--- gritó Brad con sudor frío. Finalmente, divisó la silueta de la persona y vio cómo cerraba la puerta.

---Entonces, tenía razón, ¿eres tú?-- tragó saliva al acercarse.

---Pero, ¿cómo es posible? Nunca me imaginé que fueras tú--- objetó de inmediato.

Una carcajada fue la respuesta del sujeto, quien en un instante se abalanzó sobre Bradley. En el forcejeo, Brad logró arrebatarle el sombrero de copa que llevaba y lo miró a los ojos, reconociendo esa mirada.

---No puedo creer que seas tú--- los ojos de Brad se abrieron como platos y gritó histérico. Intentó defenderse, pero su oponente era más fuerte. Entonces, sacó rápidamente una sombrilla que guardaba en la solapa.

--¡Detente, mírame, ¿sabes quién soy?-- rogó al verse indefenso.

El sujeto sonrió plácidamente y clavó la punta de la sombrilla en el costado de Bradley. El dolor agudo se propagó mientras la sangre brotaba rápidamente.

Oscuros Placeres Secretos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora