Capítulo II

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Tres años, han pasado tres años en busca de su único hijo, tres años en donde buscan y buscan, pero como siempre, era el mismo resultado: nada.

Desde el día en que descubrieron que el pobre difunto bebé estaba bajo el hechizo glamour fue una felicidad al saber que su bebé aún está vivo, pero aun así la tristeza no los dejo, se dispusieron en buscar tanto en Londres mágico como en el Londres muggle día y noche, incluso a las fuera de Inglaterra, los pensamientos de la pareja siempre eran "¿Quién lo tiene?" "¿Lo tratarán bien?" "¿Aún estará con vida?" y sobre todo "¿Lo aman como ellos lo harían?".

Así estuvo Snape por todos estos años, con la esperanza de poder encontrarlo. Pero tal parecía que se lo había tragado la tierra, ya que no había ningún rastro en ningún lugar.

Pero justo hoy, como todos los días deprimentes para la pareja, se encontraba Severus caminando a paso rápido hacia la oficina de su esposo. Ya que hace unos momentos atrás llego una lechuza con una carta del Colegio Hogwarts.

La carta traía escrita una propuesta de trabajo como maestro en pociones, pues por el hecho de que el profesor que ocupaba la materia había renunciado y por recomendación cedieron a él; puesto que es el mejor en este aspecto y qué mejor que darle lugar y aprovecharlo.

Era tentador el trabajo, pero lo malo; Era que el director, quien es nada más que Albus Dumbledore, el mago de la "luz" pero por dentro un mago oscuro y loco de poder. Queda claro que son pocos los que saben de eso, puesto que los demás han caído por la máscara de un viejo preocupado "por el bien" del mundo mágico, otros por una poción de obediencia o un simplemente un obliviate.

Una vez que llegó a la oficina de su esposo, entra con cuidado notando que Tom se encontraba parado mirando por el gran ventanal, él sabía que cuando su esposo esta así es porque está frustrado o está pensando en algún plan. Una vez llegando a su lado, es recibido por un brazo que rodea su cintura que lo acerca al cuerpo fornido de su esposo.

—¿Que pasa amor? — pregunta Tom con calma mientras me da un beso en la cien.

—Cariño, hoy me llego una propuesta de trabajo como maestro en pociones en Hogwarts. — le comento, a lo que Tom me mira en silencio.

— ¿Cómo no sabemos que es una trampa? — menciona Tom mientras me acerca más a su cuerpo. — Primero hay que averiguar si es verdad lo que dice. Y si es así, entonces tendremos que idear un plan para que el viejo no te haga daño — murmura esta vez besando mis labios, para después guiarnos a su escritorio.

—Déjame mando a Regulus para que averigüe y de pasada, hacerle saber al viejo una que otra mentirijilla para que no te moleste por si llegas a trabajar ahí. — menciona mientras le da una nota a su lechuza y esta rápidamente toma vuelo.

— ¿Qué clase de mentiras le van a decir a Dumbledore? — me pregunto mientras me siento en el regazo de mi marido.

—Pues que más que decirle que te has separado de mí —. Dice mientras coloca sus manos en mi cintura, mientras que yo me sorprendo por su respuesta.

— No me vayas a decir que es por... — no termino de decir, pero entiende a lo que me refiero — no, amor no eso sí que no.

— Te tomará como su aliado y así no te tendrá en la mira — murmura mientras acaricia con cuidado mi cadera —. Pero mientras tú estés de profesor, yo me camuflaré para así poder trabajar en el Ministerio y poder atacar de poco a ese maldito vejete — dice mientras me mira sin ninguna expresión.

— A veces creo que tus planes son algo tontos. — digo mientras suspiro — pero, esta vez sí que me has sorprendido.

Le menciono y él solo ríe bajito para después ser abrazado, a lo que yo me dejo, sin duda alguna no me equivoqué en elegir a Tom como mi pareja.

La Historia De Mar Riddle Snape (Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora