Capítulo 34

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N/A:

Les dije que aunque me tardara un mes aquí iba a seguir la historia hasta acabarla, así que estoy cumpliendo (literalmente casi un mes después)

Estamos cerca del finaaaaaaaaaaaal

bye.

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Gulf

Gulf no cabía de la dicha. Tras despertar y ver a su alfa recostado en la parte izquierda de la cama que compartían, notando como su desordenado cabello enmarcaba el perfecto rostro del príncipe, presentía que ese sería un gran día. Se puso sobre sus pies y caminó rápidamente en dirección al baño, pero algo le hizo detenerse.

La imagen suya frente al espejo fue como una especie de visión para él: vestido con una bata de seda, el cabello hecho marañas, los labios rojos, sus mejillas carmesí, y aquella marca visible en su cuello. Gulf jamás pensó que se vería tan doméstico, hogareño, como un omega marcado.

Como un omega marcado y embarazado.

Sonrió. Una parte suya no estaba seguro de cómo enfrentaría lo que viniese, pero eso no le quitaba la emoción de saber que tenía algo suyo y de Mew dentro. Tímidamente, el joven posó sus manos sobre su abdomen, aún plano, y acarició su panza por encima de la seda.

Hola, le dijo con su mente. Hola, pequeño.

Bean.

Ese sin duda no fue él. No fueron sus pensamientos.

Rápidamente, el chico se giró observando como su alfa, quien ya se había despertado, lo observaba con una sonrisa socarrona.

—¿Bean?—Gulf encaró una ceja.

Mew se encogió de hombros: —Le sienta. Me lo imagino así de pequeño, como un frijol.

Gulf rió.

Sin duda ese sería un gran día.

***

—¡¡Gulf!!—La omega abrió sus brazos como si de un avión se tratara. Gulf corrió, colgándose de los delicados brazos de la chica mientras ambos reían. Sin embargo, aquella sensación de familiaridad hizo que el chico lagrimeara un poco recordando a su familia.

Extraño a Grace, extraño a Mild, extraño a Mae. ¿Dónde están? ¿Estarán bien?

Gulf no se mentía. Se sentía agotado por la montaña rusa de emociones que experimentaba desde aquella explosión en el Palacio. De repente ya no era el Prometido Real, rodeado de su familia en vísperas de su boda con el príncipe de su país, sino un omega en el limbo con familia desaparecida quien albergaba nada más y nada menos que al heredero del Reino de Tailandia.

Que lindo sería compartir esto con ellas, pensó. Mae estaría dichosa de saber que será abuela.

Y lloró aún más.

Aunque Mild no le había asegurado que se encontraba con ellas, su sexto sentido le indicaba que estaban a salvo. Sin embargo, existía la mínima posibilidad de que las cosas no hubieran salido como él creía. Y eso lo ponía peor.

En toda la comoción creada por el agitamiento, no había podido solicitarle a la guardia especial atención al tema de su amigo, hermana y madre; ni siquiera a su propio prometido quien ya tenía mucho con que lidiar.

—Tranquilo, Gulf—susurró Bow. —Estoy aquí. Estás bien.

Bow afianzó el abrazo durante algunos minutos más mientras las lagrimas cesaron. Cuando la respiración del chico se normalizó, Gulf se separó de la chica y le dedicó una sonrisa.

The Omega's Power: A MewGulf AU [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora