Capítulo 36 -PARTE UNO

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Gulf

La habitación en la que despertaba no se asemejaba en lo más mínimo al calabozo en el que había pasado los últimos meses. Era blanca, pero de alguna manera le parecía familiar. Su cuerpo no la sentía extraña para nada, ni quería salir huyendo de ahí. Pronto se dio cuenta por qué.

-¡Gulf!-La voz de Min sonaba desesperada. -¡Por la Diosa Luna, estás bien!

Algo en su interior vibró al escuchar la tonada de la Beta. Como si de repente sintiera que había una luz de esperanza posándose sobre sus cabezas.

-Min-musitó débilmente Gulf. Acto seguido, el omega intentó incorporarse pero rápidamente fue asistido por la chica.

-¡Hey! No hagas tanto esfuerzo. Estás algo delicado, ¿sabes?-dijo la Beta señalando la barriga prominente que salía del cuerpo de Gulf.

>>> Si bien tu embarazo no corre peligro en estos momentos, creo que lo mejor es que guardes reposo por un tiempo. Las emociones fuertes no son un muy buen aliado para los futuros padres. Y además...

Mientras la Beta continuaba parloteando, el corazón de Gulf empezaba a latir con más fuerza.

La voz de Mew no tardó en aparecer en su cabeza.

¿Estás bien, Cariño? Pensaba el alfa, desesperado.

Lo estoy. ¿Qué sucedió? Preguntó de inmediato el chico tratando de no alarmarse para no despertar sospecha alguna.

Esos imbéciles me sedaron. Debí suponer que te afectaría a ti también y a Nong Bean, Gulf. Perdón.

No tienes que disculparte, Mew, le indicó Gulf reprimiendo un suspiro. Quería abrazar a su alfa para asegurarle que nada le había hecho daño y que, según lo que Min le había dicho, todo estaba en orden

¡¿Min?!

Gulf chasqueó con su boca.

Min, por su parte, detuvo su charla y arqueó una ceja: -¿Pasa algo, Gulf?

-Nada-mintió Gulf rápidamente. La Beta, por su parte, volteó su rostro. Luego, caminó hacia la silla más cercana y depositó su cuerpo para encarar al omega.

-No creas que no sé sobre la marca del lazo que tienes en tu cuello-soltó Min. -Dime, ¿Mew te ha dicho algo?

El corazón del omega dio un vuelco al escuchar la frase, entendiendo que habían descubierto su secreto. Sin embargo, el chico intentaba que sus expresiones fueran las más neutrales posibles.

Miente, dijo el alfa casi como si fuera una orden. No sabemos si podemos confiar en ella.

Pese al consejo de su prometido, Gulf se dejó llevar por su intuición.

-¿Dónde estabas, Min?-preguntó Gulf. Ante el silencio de la chica, el omega prosiguió. -Mew te buscó por cielo y tierra para que confirmaras nuestro embarazo. ¿Por qué no atendiste el llamado?

Más silencio.

-¿Por qué sigues aquí en Palacio con esta gente, Min?-siguió el chico. Gulf entrecerró los ojos. -¿Estás...de su lado?

-¡No!-exclamó la Beta de inmediato, sobresaltando al omega. Min cerró los ojos, suspirando pesadamente. -No, Gulf. No estoy de su lado.

Ella no lo dirá si ese fuera el caso, decía Mew en su mente.

-Entonces, ¿qué sucedió contigo, Min?-continuó el omega. -¿Y por qué preguntas sobre Mew? ¿Qué no sabes dónde está? Eres la doctora en jefe de Palacio, ¿y no sabes dónde está tu príncipe?

The Omega's Power: A MewGulf AU [TERMINADA]Where stories live. Discover now