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"Me enamore una vez, y fue el amor más tóxico y desgastante que tuve.

Me enamore de ti, que tomaste todo para después dejarme solo.

Me enamore de algo que me destruye, pero que sin él no soy nada.

Me volví adicto a los números, al control, me volví dependiente del poder que me daban.

Vomitaba diariamente pero las mariposas muertas nunca dejaron de salir.

¿Algun día te iras?

¿Algún día me dejaras ser feliz?

¿Algún día... Podría dejarte ir?

El frío de mi cuerpo no se va, y un abrigo no soy capaz de usar. El amargo sabor del café en la mañana ya no me gusta, nunca lo ha hecho, extraño probar un dulce amor, y no solo el agrio odio que me das...

Una vez me enamore, fue el amor más tóxico y desgastante que tuve....

¿Podre enamorarme esta vez de una forma mas gentil?"

—Excelente trabajo Satoru Gojo— Felicito con una gran sonrisa su profesora de literatura —Aunque no se esperaba menos de nuestro mejor alumno. Por favor pasa a sentarte—

La tarea había sido sencilla, todos debían haber hecho una carta expresando un sentimiento que algo o alguien les hubiera causado. Se suponía que ese día se presentaría el borrador de la susodicha carta, para que al final del año, pudieran leer nuevamente aquella experiencia y como proyecto final, reescribieran como su perspectiva cambió con el paso del tiempo.

Extraño, ¿Cierto?

Pero simple, y lamentablemente Geto no fue capaz de escribir ni siquiera un simple verso en su cuaderno. Por supuesto, después de que la profesora se encarga se de llamarle la atención por su falta de responsabilidad, al parecer se le había ocurrido una gran idea.

—Entonces, Satoru, ayudaras a Geto a escribir su parte, y Geto tu ayudaras a Satoru a terminar su proyecto. Recuerden que el crecimiento personal también es dependiente a de su entorno, que esto sea una lección para todos—

Y con su sentencia escrita, el timbre resonó en la escuela avisando que el día ya había concluido. Si era sincero, detestaba trabajar en equipo, y no porque se llevase mal con sus compañeros, al contrario, él era una persona amable que podía convivir rápidamente con cualquiera que se le acercara, no obstante, el albino... Lo consideraba una persona ligeramente arrogante y bastante irrespetuosa con los demás, solía ser respetuoso por conevniencia, simplemente para dar esa estúpida imagen como el "chico perfecto" cuando en realidad era un completo hijo de puta.

Más de una vez vio como le rompía el corazón a varias de sus compañeras de la forma más cruel posible, o la manera en la cual declina a las ofertas de ajenos, como si fuese superior al resto solo por ser inteligente, y claro, porque todos sabían que el idiota rebosaba de dinero. A la vez no podía juzgarlo demasiado, puesto que también sabía que muchas personas únicamente se acercaban con el afán de aprovecharse de su persona, así que de cierta forma, comprendía la razon de su actuar, aunque de cualquier manera, el sujeto no le agradaba del todo.

Tomó su mochila y con algo de duda se acercó a quien sería su compañero de equipo.

—Hola, oye sobre la tarea...—Geto se molesto un poco al notar como el albino ni siquiera era capaz de prestarle un gramo de atención o siquiera dirigirle la mirada, por lo cual, tomó un poco de aire intentando relajarse, no debía iniciar una pelea tan tempranamente con su compañero de equipo, pero sj antes no lo toleraba, ya había empezado a odiarlo sin tener que haber cruzado palabra alguna con él.

—No te haré la tarea, soy una persona ocupada así que no malgastes mi tiempo y se puntual— advirtió sin dejar de jugar con su teléfono, restándole importancia a la presencia del pelinegro—Tengo libre en mi agenda mañana a las 5. Te avisaré un día antes de cada reunión para que podamos vernos. Eso es todo— Fue la única respuesta que recibió Suguru antes de que su compañero tomará su maleta y se esfumara del lugar. Apretó los puños con fuerza irritado por la manera tan grosera en la cual lo trató, a teniéndose de querer alcanzarlo para estampar lo contra la pared y darle una lección de buenos modales.

—¿Yo sí tengo que estar a su disposición?— murmuró a manera de queja tomando su propio rumbo. Este sería un semestre verdaderamente largo y había comenzado con el pie izquierdo, en definitiva ese muchacho no le daba ni una pizca de gracia, no obstante, debía concentrarse en terminar el proyecto adecuadamente si no deseaba recusar.

¿Quién diría que este sería el comienza de una gran historia?

Eclipse (Satosugu) Where stories live. Discover now