Capítulo 5

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Sigo caminando junto al joven que es el caballero personal de su alteza, si no recuerdo mal su nombre era Harry

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Sigo caminando junto al joven que es el caballero personal de su alteza, si no recuerdo mal su nombre era Harry.

- Usted es el joven que bailó con mi amiga Lea en el baile ¿verdad? - pregunto en un intento de iniciar una conversación con él.

- No recuerdo con quien bailé señorita, solo escogí una doncella al azar- dice de manera seca.

- ¿Ese día estaba planeado que ambos tomasen el lugar del otro o fue una coincidencia?- el joven dirige una mirada hacia mí que helaría al mismísimo infierno como señal de que no debo preguntar más acerca de eso.

- Lo hacemos cuando la ocasión lo amerita por la seguridad lo su alteza- y de esa forma no habla más hasta que llegamos a unas enormes puertas de madera que resguardan dos estatuas gigantescas, una en forma de águila y otra en forma de león, los animales protectores de Beleriand - El príncipe la espera al cruzar estas puertas, si no necesita más de mi presencia me retiro.

Se aleja de la habitación caminando hasta adentrarse en un oscuro pasillo y yo me giro para abrir las puertas que me llevarán a lo que supongo sea el comedor.

Las mismas se abren al empujarlas con un horrible chillido que molesta un poco y da paso a una habitación completamente blanca con toques dorados en las columnas con paredes de las que cuelgan viejos cuadros de personas que reconozco como los antecesores de estos reyes, todo aquel que ha pertenecido a la familia
real se encuentra aquí. En el centro hay una mesa cubierta con un mantel beige y sobre ella reposa una vajilla blanca bien colocada.

- ¿Es de su agrado lo que ve?

Alexander se encuentra al lado de la mesa en una posición recta y con las manos cruzadas en su espalda. Luce un fino traje de color negro de dos piezas el cual hace que su altura resalte, su cabello oscuro como el azabache brilla a la luz de la araña que cuelga del techo y sus ojos azules se ven más claros esta noche, como si fueran un mar en calma.

- Esta todo precioso alteza - hago una reverencia en forma de saludo a lo que él responde con otra y se acerca a mí.

- Me alegra que sea de su agrado, me he esforzado mucho para que todo estuviera perfecto.

- ¿Todo esto lo ha organizado usted mismo?- pregunto con duda y asombro en mi voz.

- Como podrá recordar anoche se llevaron a una buena parte de nuestra servidumbre y le he dado la noche libre a una parte de los que quedaron, quería esforzarme para impresionarla y también quería que nadie nos interrumpiese esta noche.

Cuando llega a mi lado pone su mano en mi espalda y me guía hacia uno de los asientos. Como todo un caballero corre la silla hacia atrás para que me siente y luego la vuelve a colocar en su lugar antes de tomar asiento frente a mí.
Ojeo la sala en busca de alguna persona pero como él a dicho no hay nadie, ni siquiera en la entrada del comedor habían guardias, normal que el que desee entre y nadie se de cuenta.

La Reina de las Nieves #PGP2022Where stories live. Discover now