Capítulo 14: ¿tan mal me veo?

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POV de Lucas

Me levanté con el sonido de mi despertador con la música los créditos de Star Wars.
Lo apagué y fui a tomar una ducha, luego me vestí con uno de mis buzos con capucha favoritos y fui a desayunar con mi madre y con Chelsie antes de dirigirme caminando hacia el colegio.

Pensé en el día anterior. La pelea con Amanda, cómo luego hablamos ya todo resuelto, cómo se sentó incomoda frente a Nate y Jessie, cómo luego me había contado que se había peleado con los populares y había decidido no volver ni a dirigirles la palabra.
Sobre todo, pensé en cómo me había sentido cuando los había escuchado hablando de mí y había creído que Amy me había usado. Cómo creí que había perdido a una nueva amiga además de sentirme ridículo por haber sido supuestamente engañado. Y lo aliviado que me había sentido luego.
Aquel sentimiento en mi pecho cuando Amanda había dicho que de veras le importaba, que me había mentido sobre la tarea para pasar tiempo conmigo. Cuando me abrazó, y se había sentido correcto e incluso se lo había devuelto. Y yo no era de abrazar a alguien más que mi madre y Chelsie. Nate, Jessie y yo no éramos de abrazarnos, solo solíamos hacerlo en situaciones especiales, como cumpleaños.
Además, era Amanda Stalks a quién había abrazado. Amanda Stalks. Quien me había llamado su amigo. La forma en la que había hablado de mi...

Sacudí mi cabeza para quitarme aquel desconocido sentimiento y md obligué a pensar en bioquímica.

Llegué, como siempre, 20 minutos, o a veces más, antes de que sea hora de clases, y me dirigí a la biblioteca donde Jessie y Nate ya me esperaban, y leímos y discutimos sobre un documental hasta que tocó el timbre.
Nos levantamos y salimos de la biblioteca, separándonos de Jessie para cada uno ir a su casillero. El de Nate estaba casualmente junto al mío.
Avanzamos por la multitud ruidosa y alborotada rutinaria de alumnos reuniéndose con sus amigos y hablando en vez de proceder a sacar las cosas de sus casilleros y dirigirse a clases con efectiva velocidad.

De pronto, se asentó un silencio seguido por algunos murmullos, y la curiosidad me hizo voltear para ver qué era lo que los había enmudecido.
Todos miraban hacia la entrada, así que hice lo mismo, viendo de reojo como Nate lo hacía también.

Entonces la vi.

Amanda acababa de entrar, pero había una particular razón por la que todos la miraban del modo que lo hacían, con cierta perplejidad y confusión.

Aquella razón era su vestimenta de ese día en el que, a diferencia de cualquier otro día anterior, no traía ni tacones, ni joyas, ni una falda o un vestido, ni llamativo maquillaje.
Estaba completamente distinta, pero yo ya la había visto vestida así.

Traía unos Sweatpants grises, una camiseta manga larga negra con la palabra "pizza" en letras blancas en el centro, Converse negras y su cabello suelto.
Lo único que no había cambiado era su manera decidida de caminar, con gracia y la cabeza en alto. A medida que avanzaba por el pasillo, las miradas seguían pegadas en ella.

Se veía hermosa.

Y de seguro que todos pensaban lo mismo, en especial Nate, quien cuando volteé a darle una mirada estaba boquiabierto y prácticamente babeándose.

Aún más sorprendente y diferenciando ese día aún más del resto, me sonrió y se acercó hacia donde estaba.
-Hola, Lucas.

Algunos volvieron a hablar y comenzaron a dirigirse a sus clases, pero varias miradas seguían atentas. Obviamente iban a seguir mirándola, se veía hermosa, y la ropa le sentaba muy bien a su silueta.
Bueno, siempre se veía hermosa.

-Hola, Amy- le devolví el saludo.

-Hola, Nate- se volvió a verlo y rió. -Cierra la boca o te va a entrar una mosca.

Nate reaccionó volviendo a la realidad atraído por la voz de Amanda, y pestañeó varias veces antes de cerrar la boca y enderezarse. Sus mejillas tomaron una leve coloración roja.

-H-hola- tartamudeó rascando su nuca.
Me reí y sonó el segundo timbre, así que debíamos entrar a clase de una vez.

Resultó que Amanda tenía en la primer hora la misma clase que yo, y se sentó junto a mí.
Y volvió a suceder durante el resto de la mañana, y nunca antes había notado que compartiéramos tantas clases.

Amanda y yo caminábamos a la cafetería a la hora del almuerzo cuando se excusó para ir al baño, así que entré por mi cuenta, agarré mi almuerzo y me senté en l mesa donde ya estaban Jessie y Nate.
-¿Y Amy?- fue lo primero que preguntó este apenas hube tomado asiento. -No la hd visto entrar y no está en ninguna mesa.

-Fue al baño- expliqué.

-Hey, he escuchado a todos hablar de que Amanda hoy.... Oh, wow- su mirada se desvió hacia algo detrás de mí y sus ojos se abrieron.
Seguí su mirada y Amy se dirigía hacia nosotros con su bandeja de comida.

-¿Les molesta si me siento?- preguntó con una sonrisa señalando el asiento junto al mío.

-Claro que no- le dije.

Amy notó la mirada de Jessie y miró hacia abajo su ropa y hizo una mueca.
-¿Tan mal me veo?- preguntó algo preocupada.

-¿Qué? Oh, no, claro que no- dijo Jessie y me sorprendió lo no terco de su tono hacia ella.

-Te vez hermosa- se apuró Nate, pero apenas las palabras abandonaron sus labios pareció tomar conciencia y se sonrojó.

Amanda soltó una risita.
-Menos mal.

-¿Puedo preguntar por qué el repentino y drástico cambio de estilo?- preguntó Jessie curiosa, arqueando su ceja.

Amy tragó lo que estaba comiendo y bebió un sorbo de su agua antes de contestarle.
-Bueno, en realidad, este es mi estilo... Lo que traía antes era un "disfraz"- hizo comillas con sus dedos para acompañar sus palabra. -Lucas ya lo sabía- me sonrió cómplice.
No pude evitar devolverle la sonrisa.

A la hora de irnos iba a reunirme con Nate h con Jessie de nuevo en la biblioteca, y hacia ahí era a dónde me estaba dirigiendo cuando la voz de Amy me llamó a mis espaldas.
-¡Eh, Andrews!

Detuve mi paso y volteé para encontrarme con una Amy que se acercaba hacia mí.

-¿No tenías entrenamiento de porristas?- pregunté extrañado cuando me alcanzó.

-Acabo de dejarlo- sonrió. -Ah, me preguntaba...- se mordió el labio. -Me preguntaba si querías venir a no estudiar a mi casa- miró hacia sus zapatos algo tímida. Se veía adorable. Pero jamás hubiera imaginado a Amanda Stalks siendo tímida, y menos aún con alguien como yo.

Me pareció una buena idea hasta que recordé que hace unos segundos me había estado dirigiendo a la biblioteca.
-De hecho, quedé en la biblioteca con los chicos... Pero, si quieres, puedes venir- propuse.

Levantó la mirada para verme a los ojos con una pequeña sonrisa que me produció un extraño sentimiento en el pecho, pero lo ignoré.
-Okay- aceptó.

Él Es Un Nerd [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora