Just Willgan

Aftermath

☢️¡IMPORTANTE!☢️

Este pequeño escrito es una versión mía de un final alternativo basado en la historia de Erebus (@nyxnerebus) en Twitter.

La historia se llama "Perfectos Desconocidos", les dejo el link por acá. (Sino me lo piden y se los doy por interno)

https://twitter.com/nyxnerebus/status/1493085801399291905?t=i--Nx9GJ0rhy0Z_lWjMKKQ&s=19

Les recomiendo leerla, porque a parte de que esta buenísima, les da el contexto para esta historia, sino no lo van a entender todo. 

Esta es una obra mía, pero basada en los personajes y el mundo que creó Erebus. 

Para que se entienda, esto es lo que hubiese pasado con el Willgan después, asumiendo que lo de la cena pasó.  

Ah, y lo último, tiene una mezcla de expresiones Españolas pero la forma de hablar Latina. Lo sé, medio confuso, pero lo hice así por la historia original. 

~ Dedicado a Erebus ~

──❀•❀──

   Después de aquella cena, todo continuó siendo caos. El daño estaba hecho, ya no había manera de volver atrás y pretender que no habían roto una parte de su relación.

—Guillermo, por favor, perdóname, de verdad—le suplicaba aquel castaño, con el anillo de su esposo en mano, intentando devolvérselo el día después de aquel cumpleaños.

—Debiste haberlo pensado antes de hacerte una puta vasectomía, ilusionarme por la posibilidad de tener hijos, y de burlarte en mi puta cara—le respondía con furia.

—Como si tu no hubieses hecho nada a mis espaldas. Que ya estabas planeando tener hijos antes de siquiera conversarlo conmigo—le devolvió.

—Es diferente. Yo sólo investigué sobre el tema, para luego poder hablarlo contigo y darte todas las opciones. Jamás lo hubiese hecho sin tu consentimiento—espetó. Un silencio afilado pasaba por la habitación, el albino suspiró de forma pesada, y volvió a hablar—No me importa lo que hagas con tu cuerpo, David, es tuyo, no tengo derecho a reclamarte nada, pero no te costaba nada decirme. Sólo quería que me lo dijeras, de una vez por todas, que me dijeras que no querías tener hijos y podíamos partir de allí. Que me dijeras que te hiciste la vasectomía, porque lo quieras o no, estamos casados, y es un tema que afecta a ambos.

—Perdón Guille, perdón—ahora David estaba llorando. Sabía que lo había arruinado todo.

—Esto no se resuelve con un simple perdón...—bajó la mirada, triste.

—Pero podemos superarlo—el castaño acercó su mano empuñada a la de su esposo, abrió la contraria con suma delicadeza, y dejó el anillo en su palma, para luego cerrarla.

   Guillermo apretó con fuerzas aquel anillo, ahora con algunas lágrimas cayendo por su rostro. No quería hacer lo que estaba pensando, no quería. Lo amaba demasiado para hacerlo, pero no podía pretender que nada pasó y vivir una vida sin hijos. Se pasó la noche entera reflexionándolo. No era lo que quería para él. Tenía una decisión dura que tomar.

—David—miraba su mano que contenía aquella joya, no podía mirarlo a la cara, si lo hacía, se desplomaría en ese momento. Le dolía lo que estaba a punto de decir—te amo, te amo demasiado. Por lo mismo creo que no podemos seguir juntos—las lágrimas le caían sin importarle.