Solo tú y yo.

358 19 0
                                    

Día 3: hacer el amor.
SMUT. 

Tomó la nuca de la chica y sin pensarlo dos veces estrelló sus labios con los de ella, Pieck tomó la camisa del chico y lo atrajo más a él besando con pasión y necesidad sus labios. Pieck harta de la situación tan desesperante, deslizó las palmas de sus manos desde su pecho a sus hombros a su cuello acercándolo más a sus labios profundizando el beso. Abrió los labios dejando que los labios de él encajen con los suyos.

—Hey... —interrumpió el beso dejando sus manos en el aire dejando de tocarla. No quería obligarla a absolutamente nada.

—Porco —susurro contra sus labios mientras abría los ojos.

—¿Estás segura Piku? —por lo general a Pieck no le gustaba que le digan así, pero en esta ocasión se derritió de amor.

La chica decidió no contestar. Las manos de ella volvieron a sus hombros empujando con sus dedos la chaqueta verde que tenía encima deslizando por sus hombros y brazos. Porco se deshizo de está lanzando la prenda a algún lado de la habitación, aun así, él continuaba inseguro sobre ella.

—Pieck —susurró mientras sus manos volvían a su rostro acariciando sus mejillas con sus pulgares.

—Que yo sepa no estoy ebria —susurró la chica mirándose directamente a los ojos—. Además no es la primera vez.

—Pero estamos en territorio enemigo, Pieck... —acomodó su cabello esponjoso con sus manos.

La chica llevó sus manos a su camisa desabrochando un botón primero, bajó al segundo botón sin embargo las manos de Porco impidieron que ella siga con su trabajó. Porco desabrocho el tercero, el cuarto y así hasta que la dejó expuesta de adelante, Pieck sonrió demostrándole que estaba bien lo que hacía que Porco siguiera adelante. Tomó los bordes de su prenda y la deslizó por sus brazos mientras ella lo ayudaba mandando sus brazos atrás terminando de sacar su camisa blanca para lanzar la prenda al otro lado de la habitación.

—¿Estás segura no? —cuestionó. 

—He querido esto desde que llegamos a esta maldita isla y te vi. Porco, te quiero a ti ahora. 

Porco no contestó más, tomó sus muslos por la parte posterior de los mismos e hizo que sus piernas lo abrazaran de la cintura, sus manos de la chica lo abrazaron por los hombros riendo contra su oreja. La llevó a la cama de ella dejándola con la espalda en el colchón, acercó sus labios a los de ella.

Los labios se unieron en el aire con pasión y necesidad, las manos de Porco subieron por sus piernas bien formadas a su cintura en la espalda, bajo el cierre de su falda negra con agilidad en los dedos, tomó el borde de la misma y la deslizó por sus piernas dejándola semidesnuda a sus ojos mientras sus labios estaban en guerra por dominar a los labios del otro. Pieck se percató de los movimientos ágiles de Porco y separó sus labios para empezar a molestar a Porco. 

—Maldito tramposo —sus manos de sus hombros fueron a su pecho con desesperación para desabrochar la camisa de él—. Siempre es lo mismo contigo, me sacas la camisa, la falda y luego de eso ya estoy toda...

—Silencio, Piku —besó sus labios callando sus quejas mientras sus manos estaban ocupadas.

La mujer peleaba con los botones de su camisa y Porco acariciaba sus músculos. Intentó hablar pero los labios de Porco eran resistentes, cada que abría la boca él callaba sus protestas besando sus labios con intensidad. Lo empujó con su mano en el pecho para sacar esa prenda del camino y con ellos separó sus bocas dejando un suspiro de parte de ambos. 

—No es mi culpa que seas un tramposo, y solo tú me desnudes y tú te quedes con la ropa puesta —bajó sus manos a su pantalón desabrochando su cinturón y bajando este con las manos y luego con sus pies.

Pokkopiku Week 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora