Capítulo 26: Sensaciones.

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Scarlett

Me duele el cuerpo y siento mi cabeza palpitar.

—joder... — me quejo e intento moverme, es entonces que me doy cuenta de las agujas incrustadas en mi mano. Miro el reloj y ya casi es medio día, pero no sé exactamente cual ¿dónde estoy? — ¡Dios como duele! – llevo mi otra mano a mi cabeza y siento unos hilos en mi frente.

—¡qué bien! – escuché una voz y al verla me di cuenta de que era una enfermera.

—disculpa ¿qué día es? – pregunté llena de dolor y tratando de sentarme.

—espera... — me dijo con suavidad, su mirada hacia mi estaba llena de... ¿compasión? No estoy segura de eso, pero era lo que parecía. —déjame y te ayudo. – añadió y entonces colocó almohadas detrás de mi espalda. —es miércoles, has estado inconsciente desde la madrugada es por el shock del incendio que perdiste el conocimiento. – entonces las imágenes de la puerta de mi cuarto cayendo sobre mi aparecieron en mi mente, como si se tratara de una película; una muy horrible en realidad.

—¿incendio? – respondí dudosa y ella afirmó con la cabeza.

—le diré a tus amigos que ya estás despierta. – me dijo. —no dejan de preguntar por ti ni un segundo. –

—¿y mis padres? – pregunté, soy menor de edad por lo que supongo que ambos estarán aquí y eso significa preguntas sobre lo que pasó y yo tendré que responder.

—también le diré a tu padre que has despertado. – me dijo y agachando la mirada intentó salir rápido de la habitación. —solo administraré unos cuantos medicamentos y les informaré de inmediato. – después salió de la habitación.

No mentiré, solo pasaron unos 2 minutos como mucho y de repente mi padre pasó corriendo por la puerta.

—¡Scay! – dijo.

—papá, estoy bi... — pero antes de terminar la frase me helé ¿me está abrazando?

Mi padre había entrado directo hacia mí y de un solo impulso me abrazó y lo que más me sorprendía es que no, no es un abrazo fingido o lleno de drama como para fingir que se preocupa por mí. Era un abrazo sincero, pero extraño. Había un sentimiento en medio de este abrazo que me llenaba de intriga.

—no me vuelvas a hacer asustar así... — me dijo al oído ¿mi padre sintió miedo de perderme? Aún estoy procesando esta información, quizás sea solo un efecto de la malanoche que pasó al quedarse en el hospital sumado al estrés de su trabajo.

—¡Scarlett! – era Sofi, entonces mi papá se separó de mí y se volvió a poner de pie para que Sofi se siente a la orilla de mi cama.

—¿Hola? – le digo, tratando de mantener fuerza en la voz.

—tonta... — me insultó y se echó a llorar en mi hombro mientras me daba un abrazo.

—yo estoy bien. – susurré.

—¿no sabes responder otra cosa? – preguntó y le lancé al chico una mirada asesina.

—no es para tanto, Leo. – le respondí y lo vi sonreír.

—me alegra que estes bien. – añadió José sobándome la cabeza.

—definitivamente no se te ocurra hacernos pasar por esto de nuevo. – añadió Fabian que estaba junto a Axel.

—esto ni siquiera fue mi culpa. – me defendí tratando de no reír por el dolor que sentía en todo el cuerpo.

Me di cuenta de que Axel me observaba, no decía nada, pero sus ojos estaban puestos en mí, entonces le sonreí, pero él tenía un gesto lleno de desesperación, como si tratara de decirme algo importante y su boca no se lo permitiese.

¿Todo fue un sueño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora