-Sí, Profesor!

Capítulo 37

Llegó el día sábado y muy temprano sonó mi celular, era un número desconocido.

-Hola- dije al contestar.

-Gracias a Dios, se que está temprano pero no sé a quién más llamar- dijo Cloe al teléfono.

-¿Está todo bien?- pregunté.

-No, nada está funcionando- dijo Cloe.
Esas no son las flores papá y tú más te vale que estés listo para la ceremonia- se escuchaba decir.

-¿Puedo ayudar en algo?- pregunte.

-Realmente necesito tu ayuda, disculpame- dijo.

-No te disculpes, pásame la dirección- dije.

-En verdad gracias, sabía que podía contar contigo y no te preocupes yo mandaré a alguien que te recoja- dijo.

-Esta bien- dije.

Me levanté de mi cama, me bañe y me dispuse a salir, al abrir la puerta ví un auto afuera así que me despedí de Nessy.

Al acercarme al auto ví que alguien se bajó de el y si... Ya se podrán imaginar quien era.

-Sr. Müller- saludé al ver al papá de Noah.

-Señorita ... Vélez- dijo después de pensar un rato.

Este muy caballero abrió la puerta del copiloto y me ayudó a subir, el camino estuvo muy callado hasta llegar a la recepción.

Caminamos por unos pasillos hasta llegar donde estaba Cloe.

-Cami- dijo al verme y me abrazo.

-Cloe- Saludé.

-¿Mandaste a nuestro padre por ella?- pregunto Noah molesto con Cloe.

-Hola- dije al verlo.

-Hola Cariño- dijo y me abrazo.

-Pudiste mandarme a mi- dijo Noah

-Me eres más útil aquí que papá- dijo Cloe.

-Estoy aquí- Dijo el Sr. Müller.

-Lo siento papá, sabes que no miento- dijo Cloe.

Yo intenté no reír dado el comentario.

-¿Con que te puedo ayudar?- dije.

-Cami, todo está mal, las flores no combinan, los cristales están mal ubicados, mi madre está con las damas y a mi me dejaron solo con ésto- dijo al señalar a su padre y hermano.

-No puede estar tan mal- dije.

-Mientras sean ellos quien cordinan si- dijo.

-No te preocupes, lo único que tienes que hacer es estar maravillosa y disfrutar de tu día- dije.

-Gracias por venir- dijo y me abrazo.

Cloe me pasó un gran libro con especificaciones muy claras de lo que quería y claramente eran muchas.

Así que le expliqué a Noah y a su padre lo que ella quería y estos ayudaron a organizar todo, pocos minutos después llegaron algunas damas de honor y se encargaron de los detalles, todo empezó a encajar o eso creía.

-El pastel esta muy básico- dijo la señorita Méndez.

-Annie- dijo el Sr. Müller al verla y todos los demás pusieron los ojos en blanco.

-La decoración es demasiado anticuada, ¿Quien estaba a cargo de la decoración?- dijo con desprecio.

-Si no te gusta, conoces la puerta de salida- dijo una de las damas de honor.