Capítulo 39

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-Debes pensar que te odio- dice el padre de Noah rompiendo el silencio.

-No lo pienso, se que lo hace- digo seria.

-¿Me creería si le digo que no es así? - pregunta.

-No quiero ser grosera, pero sus hechos hablan más que sus palabras- digo.

-Al parecer eres una chica ruda- dice risueño.

-¿Se está burlando de mí?- pregunto molesta.

-Créame que lo que menos quiero es molestarla, pero quiero que entiendas mi punto de vista hacia ti - dice.

-Lo escucho- digo.

-Debes ser una chica asombrosa eso no lo dudo, de otro modo Noah no se hubiera fijado en ti, pero que quieres que diga en realidad no me agradas- dice.

Yo lo miro ofendida por tanta sinceridad.

-Antes de que me digas algo quiero que escuches el porque- dice.

-Adelante- digo y miro hacía al frente.

-Noah ya es alguien maduro o al menos en muchos aspectos de su vida, pero como padre quiero lo mejor para el y se que no eres tú y no lo digo a mal créeme que no, pero seré completamente sincero- dice.

-¿Porque me juzga sin conocerme?- pregunto.

-No te juzgo, te analizo. - dice - eres una persona muy agradable te has ganado el cariño de todos en mi hogar, ahora yo soy el malo de la historia, pero lo que le digo a Noah o ahora te digo a ti es la realidad, ¿Me permite hacerle unas preguntas?- termina.

-Si, igual no estoy obligada a responder - digo.

-¿Que esperas de Noah?- pregunta.

Realmente nunca me había planteado está pregunta, así que me quedo unos minutos en silencio.

-¿Que espera el de ti?- vuelve a preguntar.

Me quedo nuevamente en silencio.

-¿Que esperan de esta relación? Si es que se puede llamar así - dice.

Sus preguntas duelen y no es por lo que dice si no porque no se cómo responder.

-A esto me refiero- dice el Sr. Müller- Noah ya es alguien adulto que debe tener sus bases bien establecidas, pero contigo tambalean, cómo padre quiero ver a mi hijo feliz, formando una familia, proyectando su futuro y a tu lado no lo veo, no te quiero incomodar más de lo que ya lo he hecho, pero ¿Has pensado en formar una familia?- pregunta.

-Para ser sincera nunca nos hemos sentado hablar de esos temas señor - digo triste, porque aún así duela el tiene razón.

-Créame que nunca había visto a mi hijo tan ilucionado con alguien como lo veo contigo, para ti debe ser una gran experiencia compartir con alguien como el, pero el día que te aburras de el o que sus vidas ya no encajen ¿que pasara?- pregunta de nuevo.

-Nunca me aburriría de el- digo pero el me interrumpe.

-Aún eres joven, puedo incluso asegurar que es tu primer amor - dice cruelmente.

-¿Que pretende con todo esto? - digo molesta.

-Que entienda mi preocupación como padre- dice.

-No tengo la respuesta para ninguna de sus preguntas, pero quiero que ahora usted me escuche a mi, puede que no sepa que quiero de el y es porque lo quiero todo, quiero su lealtad, quiero su felicidad, quiero sus sueños, quiero sus proyectos, pero aparte de eso quiero sus miedos, quiero sus preocupaciones, quiero que el este para mí y yo para el y si nunca he pensado en el futuro porque solo estoy disfrutando de nuestro presente, si no me preocupo por el ahora tal vez no sea parte de mi futuro y si Señor tiene razón soy una persona ingenua y acertó con lo que es mi primer amor, pero eso no lo hace menos y tampoco lo convierte en un capricho, tengo muchas dudas, más preguntas que respuestas pero de lo único que estoy segura es que yo amo a su hijo.- digo y empiezo a llorar.

-¿Ya se lo dijiste?- pregunta.

Yo solo niego con la cabeza.

-¿El lo sabe? - vuelve a preguntar.

-Eso espero- digo.

El intenta preguntar algo de nuevo pero esta vez lo interrumpo yo.

-Por favor paré... Por favor no me haga más preguntas- digo y sigo llorando.

-Lo único que diré es que si realmente lo amas no dudes, se firme con lo que sientes y así transmitirá confianza, no pretendo ser cruel pero alguien aquí debe serlo y para ser sincero lo único que transmite es duda y eso es lo que a mí me tiene inconforme- dice y parquean el auto enfrente de mi casa.

-Hasta luego Sr. Müller- digo y abro la puerta del auto.

-Que descanse Señorita Vélez- dice el Sr. Müller.

-Sí, Profesor!Where stories live. Discover now