Capítulo 5: Monte Natagumo

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Finalmente había despertado, después de recibir ese veneno en verdad creía que me iba a morir ¿Quién se cree esa chica para apuñalarme por la espalda e inyectarme un veneno? Ojalá no la vuelva a ver.

Me asomé por el agujero y vi que era de noche, por lo que decidí salir y moverme de este lugar, ya que es posible que aquella mujer de los venenos este cerca buscándome.

Al estar bajo la luz de la luna, me di cuenta de que estaba totalmente cubierta de polvo y tierra, por lo que me imagino que paso algo de tiempo en lo que estaba dormida.

- Ojalá no hayan pasado 5 años como la vez anterior.

Me dije a mi misma y me retiré del lugar.

Pasaban las noches y yo caminaba sin rumbo fijo, mi objetivo ahora era encontrarme con algún demonio y preguntarle si sabía algo de Douma, no puedo dejar que siga ahí afuera haciendo de las suyas.

Obviamente evitaba entrar en los pueblos o aldeas para evitar dañar a las personas, aunque posiblemente esa sea la razón por la que no me encuentre con ningún demonio, ya que al tener que devorar humanos, estos deben de estar donde los haya.

Quizás deba intentar buscar dentro de los suburbios, si sigo buscando por bosques o montañas no creo encontrar a ningún demonio.

- Si, eso debiese hacer – Suspiré y miré hacia la montaña – Esta será la última oportunidad, si no encuentro a un demonio aquí, mañana buscaré en el interior de un pueblo.

Caminé hacia la montaña y al estar en sus faldas, un olor a sangre llamaba mi atención, no era lo único, ya que también se sentía una atmosfera demasiada pesada.

- Quizás si haya demonios en esta montaña.

A pesar de la pesades y el olor en el ambiente, decidí caminar dentro de la montaña. No tengo idea de dónde estoy, pero quizás aquí puedan darme la información que necesito.

Mientras más me adentraba, más me arrepentía de lo que hacía ya que...

- ¿Qué clase de araña hace este tipo de telaraña tan enorme?

Todos los árboles y arbustos estaban rodeados de telarañas, las arañas nunca me han gustado y ver el tamaño de esas telarañas solo me hace pensar en que esos bichos en verdad son enormes.

Seguía caminando mientras volteaba por todos lados, no quiero ni pensar que una araña se me suba por mis ropas o caiga en mi espalda. De repente escuché un crujido de hojas y me espanté al imaginar de que se tratara de una araña gigante, al voltear lentamente hacia atrás, lo que vi fue a la criatura más horrenda que jamás haya visto.

- ¡KYA!

No pude evitar gritar con todas mis fuerzas porque frente a mi había un enorme monstruo con cabeza de araña.

- ¿Familia?

- ¡Habla!

Comencé a dar pasos hacia atrás para tratar de alejarme de ese monstruo, pero...

- ¡Familia!

Y comenzó a correr hacia mí.

- ¡Kya! ¡No, no te acerques!

Yo también comencé a correr para alejarme de esa cosa, pero era muy insistente y corría para alcanzarme. Mientras corría no me di cuenta de un pequeño barranco y caí completamente en él.

Comencé a rodar por la pendiente hasta chocar con un árbol, me incorporé lentamente mientras me sobaba de la espalda, al recordar porque me había caído, miré en todas las direcciones solo para darme cuenta de que estaba sola.

Lluvia tras la sequíaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin