Friend, Please - Bajitora

4.

Antes de iniciar, me gustaría que escucharan y leyeran la letra de esta canción, siento que queda perfecta con la historia, por eso le cambié el nombre original, espero que les guste <3.

.

Unos momentos luego el de colmillos regresó con una caja de pañuelos y una botella de agua, cubriendo su nariz con un trapo húmedo para detener el sangrado. Observó al ojiamarillo unos segundos, al menos el ataque de pánico e ira ya se le pasó, aunque claro que seguía sin estar bien al escuchar sus lloriqueos en voz baja, lo veía tan indefenso que quería abrazarlo con fuerza y llenarlo de mimos como consuelo, pero ir con esa brusquedad que lo caracterizaba lo podría volver a alterar.

-¿Puedo? -preguntó Baji con calma, llamando la atención de un asustado tigre quien no se atrevió a descubrirse en ningún momento, intentando que el otro descifrara lo que quería de ese modo, y al no haber respuesta se sentó a su lado, colocando las cosas a la par suya mientras acaricia su espalda, apenas dándole unas pequeñas palmaditas-. Quiero decirte unas cosas... ¿esta bien?

Volvió a escuchar puro silencio, pero al menos esta vez pudo visualizar un asentimiento con la cabecita, algo dudoso de lo que llegara a decir, pero tenía que enfrentar esto.

-Bien, primero que nada, lo siento mucho por todo lo que te dije hoy -se disculpó el menor sin dejar sus caricias-. He actuado como un imbécil y por eso te has puesto así, yo... no sé, sabes que siempre he sido alguien explosivo, contigo me intento controlar al saber tu condición, pero no podía entender por qué casi haces eso, y me sentí tan abrumado que me dejé llevar por todo, cuando debía ser más comprensivo y mantener la calma -admitió luego de un suspiro, fijándose en las acciones de Kazutora para ver si no se sentía incómodo con esto-. Yo no miento cuando digo que eres importante para mi, soy pésimo para fingir por tanto tiempo, me termino sintiendo mal de una u otra forma, y bueno, verte ahí fue-

-Aterrador ¿no? -interrumpió el tatuado en medio de las lágrimas-. No siempre ves a una persona a punto de tirarse de su apartamento.

-Sí, fue aterrador, creo que a todos les impactaría ver eso, pero yo no vi a cualquier persona, te vi a ti, a mi mejor amigo, al chico con el que paso mis tardes, yo... no soporto la idea de perderte así, mi conciencia jamás me lo perdonaría.

-Eres un tonto, Keisuke -mordió su labio inferior para retener las risas nerviosas-. No puedes ayudar a alguien que no quiere ser salvado ¿sabías eso, verdad? ¿Por qué tanta insistencia en quedarte a mi lado?

-¿De verdad no quieres ser salvado? -le preguntó ahora acariciando las puntas de su cabello, sabía que le estaba mintiendo detrás de esas manos.

-No -siguió con la mentira, pensando que en algún momento ese idiota tendría que separarse, porque su corazón no soporta recibir tanta atención de alguien sin que duela por la culpa.

-Vamos, quita esas manos de tus ojos, quiero limpiar tus lágrimas -le pidió con amabilidad, frotando uno de sus hombros y recibiendo una negación-. ¿y por mí? -dijo en un tono más dulce, haciendo que el contrario las remueva de su rostro con algo de inseguridad, demostrando que siempre ha sido débil ante ese chico por todo el cariño que le muestra.

Baji agarró la caja de pañuelos con la mano que le restaba, tomando uno y pasándolo con suma delicadeza por sus mejillas, removiendo cualquier gota que haya quedado en ese lugar, incluyendo sus bellos orbes que se cerraron al sentir la suavidad del papel pasearse por esa delicada zona, dando una tierna imagen de Baji cuidando al teñido.

-¿No te gustaría ir a lavarte la cara mejor? ¿O tomar un poco de agua? Aquí traje desde la cocina.

-D-dame -dijo en un susurro, y Baji de obediente soltó el trapo húmedo de su nariz (asegurándose que esta ya no estuviera sangrando) ya que usaría ambas manos, así que destapó la botella para darle de beber en su boca, pero el contrario notó sus intenciones y prefirió agarrarla antes que hiciera aquello, apenado de sus acciones.