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Ya ha pasado quizás tres meses desde aquella fecha, unas semanas que fueron bastante difíciles al inicio, pero con ayuda de Keisuke y sus amigos (a los que les ha vuelto a hablar) las ha podido sobrellevar, y ahora después de mucho tiempo había finalizado su primera cita con el psicólogo, que era una joven de unos 25 años de edad. Recientemente había egresado y estaba ganando experiencia con una asociación que no cobraba tan caro, y aunque no fuera una experta, se notaba el amor que tenía por su trabajo, actuando amablemente sin ningún prejuicio con el adolescente.

Iba saliendo hacia el parqueo en el que lo esperaban, esbozando una bella sonrisa al pelinegro que fue a recibirlo en un gran abrazo, aferrándose a él y dándole palabras alentadoras de lo orgulloso que estaba de él por haber tomado esa decisión, preguntándole si no tuvo ningún problema con la chica o si se sintió incómodo, ya que para tener una terapia satisfactoria debe existir una relación profesional y de confianza.

—No, la mujer fue muy dulce al atenderme, no le pude hablar de todo aún porque no alcanzó el tiempo, pero me dejó cita para la otra semana —respondió el ojiamarillo, algo avergonzado por las frases dulces que le daba el contrario—. Pero me sentí bien, eso creo, es la segunda persona a la que me he podido abrir así.

—Me alegro tanto, bonito —dijo enseñandole su típica sonrisa en la que resaltaban sus colmillos, ganándose un sonrojo de su amigo, quien seguía sin acostumbrarse a tanta atención del de cabello largo, desde que lo lastimó ha intentado remediarlo de cualquier manera, y aunque Kazutora le dijera mil veces que lo perdona parece que ese intenso nunca estaría conforme, así que solo se quedaba recibir con gusto aquellos mimos.

—Oye, aún tengo que ir a traer algunas cosas a mi casa, me hacen falta mis preciados materiales de dibujo —intentó desviar los halagos hacia su persona, aunque tenía razón, a pesar de haber pasado un tiempo desde que lo echaron de su casa no ha logrado llevarse todas sus cosas consigo, esto porque tenía que ser muy cuidadoso con su padre, quien ha comenzado a estar más en el apartamento junto a su esposa, así que ella le pasaba la información sobre cuáles días y a qué hora podía pasar por sus pertenencias.

Porque sí, Kazutora ha comenzado a vivir en la casa de su mejor amigo desde ese día, convenciendo al instante a la señora Baji cuando le explicaron de su situación, al final siempre ha sido como su segundo hijo desde que se enteró del trato que le daban su familia, recibiendolo con todo lo necesario cada vez que el pobre amiguito de su niño llegaba con golpes por culpa de su padre.

Claro que la mujer no es completamente responsable de las dos criaturas, como se dijo antes, la mamá del tatuado ha estado un poco más pendiente de él, le pasaba dinero a escondidas de su esposo, lo necesario para que pueda mantenerse por un mes, y la mitad de esa mesada siempre iba a la madre de Baji para que no pase por problemas económicos por andar manteniendo a un nuevo integrante en su apartamento.

Siguieron caminando hasta llegar a aquel edificio, notando que el carro de su papá estaba parqueado en el estacionamiento, cosa que lo hizo detenerse por unos segundos algo dudoso, se supone que el estaba afuera trabajando, no entendía por qué su vehículo seguía ahí.

—¿Pasó algo? —preguntó el pelinegro al verlo parado, observando detalladamente lo que tenía en frente.

—Creo que es el carro de mi papá —dijo revisando la placas, afirmando que si le pertenecía al hombre—. Mierda, se supone que no debería estar aquí.

—Llámale a tu mamá, no creo que quiera delatarte a propósito, le afectaría también a ella —se encogió de hombros, aunque si se le hizo sospechoso todo esto, pero decidió confiar en su progenitora por una vez en su vida.

El teñido algo desconfiando decidió entrar al lugar y subió las gradas, con algo de cuidado y lentitud por si le tocaba regresarse corriendo. Tomó su celular y le marcó cuando ya había llegado al quinto piso, escuchando su voz luego del tercer sonido.

Friend, Please - BajitoraWhere stories live. Discover now