III

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Unos días después, Taehyung temblaba de nervios; la ansiedad instalada en su pecho lo ponía aún más nervioso. Pero también se sentía feliz, que Jungkook lo invitará a posar para su proyecto era sin duda, si no la mejor, una de las mejores cosas que le había pasado en su vida.

Jungkook habia elegido su ropa y él lugar donde sería la sesión de fotos. Por eso, se encontraban en una playa, habían viajado hora y media para llegar y entre charla y charla hacia sido bastante relajante, bestia un ligero conjunto de pantalón y camisa blanco, no tenía zapatos y aunque la tarde se sentía fresca no llegaba a tener frío.

-- En tal vez 30 minutos, el sol estará en el horizonte y será el momento perfecto. -- Dijo el mayor; alistando su cámara, limpio minuciosamente el lente, aunque ya estuviera limpio. Enfocando donde el menor estaba distraído mirando el mar, tomó la primer foto.

El pelinegro se sobresaltó, observando a Jungkook cuando tomo la segunda foto, teniendo sus mejillas sonrojardas y su cabello hacia un lado por causa de la ventisca. -- ¡Oye! Debes avisarme.

-- Si sales distraído es más real, sólo son de prueba. -- Sé excusó, aunque fuera algo cierto, ver a Taehyung tan expuesto era algo nuevo.

Había consultado con éste sobre la ropa, puesto que el menor generalmente vestía ropa oscura y siempre ocultaba su cabello con las capuchas de sus sudaderas. Había dudado en elegir, no quería incomodar a su modelo con la camisa que se trasparentaba al sol, dejando su cuello, cabello y rostro completamente expuesto. Pero ahora que lo veía más relajado y suelto no se arrepentía.

Taehyung combinaba completamente con el entorno, parecía casi un ángel salido del mar, sereno y brillante, aunque Jungkook creyó que ni siquiera un ángel podría verse tan hermoso como él. Había aceptado qué, aunque la forma de ser y vestir del chico no eran algo que llamara la atención, una vez que lo conocían podía encantar con su sonrisa, con su forma de hablar tímida pero siendo claro con lo que decía.

Jungkook era capas de ver eso, Taehyung era un chico fantástico y parte de su estabilidad se debía a ello. Se ayudaban uno al otro de manera indirecta.

-- Te invitare a cenar como agradecimiento.

-- Cenamos juntos todas las noches. -- comentó Taehyung, mirándolo distraidamente. El agua llegó a sus pies y aunque estuviera fría, se sentía relajante, al igual que el arena entre sus dedos.

-- Me refiero a que yo invitare. Podríamos salir y comer en el primer lugar que veamos. No me gusta planear mucho.-- murmuró un bajo "Los planes nunca me funcionan" que no llegó a los oídos de Taehyung por el sonido de las olas.

-- Pues para mí suena como un plan.

Jungkook soltó una pequeña risa, haciendo reír al menor menor también. La captura de una nueva foto sonó, capturando esa risita brillante, el castaño quedó viéndola un segundo, la observó con egoísmo. No quería exponer esa foto, no quería compartir con alguien más ese momento.

Al final de la tarde, Jungkook había tomado amenos 80 fotos y estaba contento con el trabajo. Ya quería llegar a casa y comenzar con la edición, aunque se vieran perfectas.

El camino de vuelta fue lo mismo, hablaron un rato, hasta que Taehyung cayó dormido y Jungkook aprovecho para encender su laptop y chequear las fotografías. Estaba fascinado con lo que habían logrado, eran un gran equipo y volvía a recalcar que su elección había sido acertada.

Taehyung había estado un poco nervioso, pero lo controlaba bien, era bueno escuchando instrucciones por lo que para Jungkook no fue difícil guiarlo, además que tenía esa belleza natural que no requería de mucho esfuerzo, sólo era pararle ahí y ya estaba.

Taking Control. KookVWhere stories live. Discover now