Capítulo 21: "Panza de cerbecero"

1.4K 167 48
                                    


♥(͡° ͜ʖ ͡°) 21. "Panza de cerbecero" (͡° ͜ʖ ͡°)♥


«Iré a preparar el desayuno»

«¡¿Dormimos juntos?!»

«¡¿Qué carajo?!»


—Am, ¿lista?

Levanto la mirada y le sonrío a Susana.

—Desde que llegué —aseguro.

Agarro mi cartera y voy hacia ella. Al fin llegó el almuerzo, tengo tanta hambre que me comería hasta las plantas del edificio.

—Dame eso. —Me quita la cartera.

—Pero no pesa casi nada. —Hago un puchero.

—Así pese como una pluma no lo vas a cargar —me advierte—, ya llevas bastante peso ahí abajo como para aumentarle más.

Curvo los labios y acaricio mi abultado estómago.

—Chicaaaaas. —Isabela llega corriendo—. ¡Ya salió!

—¿Qué? —me exalto y le quito mi cartera a Susana para buscar el celular—. No debía salir hasta dentro de dos horas.

Isabela me acerca su teléfono para que pueda confirmarlo con mis propios ojos. Agarro el objeto para leerlo bien. Susana me lo arrebata para que ella pueda leerlo bien.

—Presentación del cuento infantil «Mica disfrazada» escrito por Amelia Thompson e ilustrado por Mayambrosa —lee en voz alta.

Las tres nos miramos. Y pegamos un grito al cielo.

Nos abrazamos mientras saltamos llenas de felicidad.

¡Publiqué mi primer cuento!

Han pasado tantas cosas en estos meses que no puedo creer que ya sea una realidad.

Mi primer cuento. Y mañana es el día en el que lo presentaremos, Maya y yo, porque esto no sería posible si no fuera por sus grandiosos dibujos.

—Hoy celebraremos con un gran banquete —anuncia Susana— ¡Yo invito!

—¡Comida gratis! —vitoreamos Isabela y yo.

Salimos del trabajo con los ánimos por los aires, aunque solo sea la hora del almuerzo y aún falten muchas horas para salir, no hay nada que nos pueda quitar la emoción de este gran evento.

—Isabela y yo nos encontraremos una hora antes para coger buenos asientos —comenta Susana—, llevaremos a nuestros hijos así que seguro llenaremos el lugar de inmediato.

Asiento mientras mastico, que gracias a ella este platillo sabe mucho mejor que de costumbre.

—¿A qué hora llegará Maya? —pregunta Isabela.

—Me dijo que llega mañana temprano, así tenemos tiempo para prepararnos —respondo luego de tragar.

—¿Y vendrá acompañada? —Susana agita sus cejas.

Ruedo los ojos ya que sé a dónde quiere llegar.

Los copadres.

He seguido en contacto con ellos, llamadas, mensajes, videollamadas, y algunas visitas sorpresas. Y por cuatro meses hemos sabido acomodarnos a nuestros tiempos.

Me preguntan a cada rato cómo estoy, si tengo nauseas, si hay alguna nueva comida que me de nauseas, o cuáles son mis antojos, y ha sido lindo el interés que le ponen y su preocupación por nuestro bienestar.

¿Me van a dejar sola? [Presente MVDH #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora