16. Sospechas

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Narra USA.

Habían pasado varios días desde que México se había marchado.
Siendo honesto, su ausencia y falta de comunicación conmigo comenzaba a preocuparme.

Cuando se fue me había dicho que sería algo rápido, que no costaría nada más que un par de días, pero dentro de dos haría una semana desde que se fue.
Algo extraño estaba pasando, si él no estaba bien podría perjudicarme a mi también.

Pensé en llamarle, de cierta forma estaba bastante preocupado, pero no solía llamarle mientras estaba con Rusia o Japón así que estaba en duda.

Quería asegurarme de que México se encontraba bien pero no quería tener que intervenir en su trabajo.

«¡Al diablo!», dije en mis pensamientos y presioné el botón de llamar «Que más da…»

Narra Moscú.

Llegué a mi cuarto alrededor de las ocho de la noche, acababa de terminar mi jornada diaria de trabajo así que estaba un poco cansado.

Dejé mi celular en el escritorio y miré mi investigación, sabía que tarde o temprano rendiría frutos y podría probarle a Rusia que México estuvo involucrado en el asesinato de Ucrania.
No iba a dejar que mi tío muriera en vano…

Recorriendo las fotografías con la mirada, una imagen de Bielorrusia llegó a mi mente; recordé la discusión que tuve con ella unos días atrás, ella estaba realmente enfurecida con lo que le dije. Incluso lloró.

Pero no me arrepentía de decírselo, de mi boca no salió nada más que la verdad, aunque de una manera muy dura.

«Quizá deba disculparme con ella», pensé. Tenía mis propias razones para hacerlo, aunque aveces ella fuera inmadura, siempre mantuvo una buena relación conmigo.
«Quizá lo correcto sea mostrarle la verdad».

Decidido, fui hasta su habitación y toqué la puerta en espera de respuesta.

—Moscú —dijo al abrir—, ¿Necesitas algo?

Suspiré, no estaba seguro de si ella realmente querría hablar conmigo.
—Quería disculparme por lo de la otra vez —fui directo—, me pasé de honesto…

—No pasa nada —suspiró—, de cualquier modo ya pasó —y comenzó a cerrar la puerta.

—Espera —puse mi pie para evitar que cerrara por completo—, necesito que vengas —le dije.

Sin embargo, ella me miró con un poco de confusión, no se veía convencida.
—Es importante —agregué—, probablemente me lo agradecerás después.

Por su parte, solo asintió con la cabeza y salió de la habitación.

Narra Bielorrusia.

En cuanto entramos a la habitación de Moscú, un escalofrío recorrió mi cuerpo y un vacío en el estómago me hizo congelar.

En una de las paredes de la alcoba habían muchas fotografías; Ucrania, México, incluso algunas de reportajes de la policía de hace algunos años.

—No deberías confiar en México, Biel —me dijo el menor—. He estado haciendo una investigación desde la muerte de Ucrania y cada vez, las pistas me acercan a él…

—Espera, Moscú, alto —lo detuve, para mí no tenía sentido nada de lo que decía—. Mira, entiendo que tengas cierto rencor hacia México ya que tú eras muy cercano a mi hermano. Pero no es razón para culparlo a él de su muerte…

—Bella, tranquila —me interrumpió—, escúchame primero, tengo pruebas contundentes de que él estuvo realcionado con el crimen.
Rápidamente se acercó a su escritorio y comenzó a buscar algo entre sus cajones.

Únicamente suspiré, Ucrania había sido muy importante para Moscú y desde que él murió por un encuentro con la policía, el muchacho sigue lamentándose por su pérdida. Parece no superarlo…

—Moscú… —dije suavemente mientras me acercaba a él—, todo esto fue por la policía, ni tú ni México tuvieron la culpa…

—No, Biel —me interrumpió de nuevo—, no lo entiendes, México y la policía están colaborando.

Esta vez sí quedé en shock; no era posible, México no podía estar trabajando con la policía por obvias razones.

Me alejé del más joven y retrocedí hasta estar en el marco de la puerta, ciertamente comencé a pensar que estaba delirando.
—México no puede estar trabajando con la policía —le dije, pero él parecía seguir sumergido en una búsqueda entre sus cajones—. Moscú, ¿Escuchaste lo que dijiste? México es un narcotraficante, simplemente no puede estar con la policía.

—Él mismo me lo dijo —me dio la cara en cuanto respondió.

—¿A qué te refieres? —pregunté.

—Suelo grabar mis conversaciones con él para poder guardar un poco de información —soltó con seriedad—, en una de ellas, se descuidó y lo mencionó.

Negué levemente con la cabeza, la capital comenzaba a decir incoherencias, no entendía nada de sus palabras.

Por su parte, me ignoró y siguió buscando algo en su escritorio.
—¿Sabes si alguien entró a mi habitación? —cambió de tema—, no está… —terminó de decir casi susurrando.

—¿Qué? —pregunté si pensar.

—¡La grabadora! ¡No está la maldita grabadora! —exclamó con furia.

Retrocedí nuevamente, estaba asustada por sus actitudes tan bruscas.
De nuevo, su mirada se cruzó con la mía y rápidamente se me acercó para tomarme fuertemente de los brazos.

—Escúchame Biel —me dijo susurrando—. Quizá pienses que estoy loco o que ya estoy inventando cosas, pero ponme atención; no te pido que me creas, simplemente que no confíes en él, per ninguna razón y no descartes mi teoría…

Asentí de manera inmediata, por un momento temí por mi seguridad.
—Me tengo que ir —le dije y lo empujé para librarme de sus manos—, lo pensaré…

Y me fui.
Fui a mi cuarto lo más rápido que pude y cerré la puerta con seguro luego de entrar.

Mi corazón latía bastante fuerte, nunca había visto al chico de tal manera… parecía estar desesperado.

Un sonido extraño me hizo volver a la realidad, pero no era cualquier sonido, era el de una vibración.
El celular de México estaba sonando.

Quizá no debí hacerlo, pero la curiosidad mató al gato…
Me acerqué al celular y el contacto que estaba llamando era:

"USA"

Comencé a temblar, podría ser una tonta algunas veces, pero sé perfectamente que ese es el nombre del jefe de policía…
Del mismo hombre que se llevó el crédito del asesinato de mi hermano.

«No, no, no…»
Comencé a negar entre mis pensamientos.

Entré en pánico, simplemente guardé el celular en un cajón y traté de ignorar el sonido.

«No, esto no es cierto», mi mente comenzó a nublarse «México no puede hacernos ésto… ¿o sí?»

The slave of the gangsta's paradise (Countryhumans • México)Where stories live. Discover now