،̲،̲ 𝐓𝐫𝐲𝐬𝐭 ‣ Minsung.˖𝄒𝄒

16

— ¡Lee Felix! ¿Cómo te atreves a decir eso?! — exclama la reina.

— P-Pues es la verdad ¿No?

— ¿Quién te dijo que la reina de Busan murió por alguien de Daegu?

— Fui yo — confesó Minho.

— ¿Por qué?

— Tenía curiosidad ¿Si? — confeso el adolescente.

Ambos reyes observaron a sus hijos con desaprobación en sus ojos. Ellos habían tratado de ocultarle al omega sobre el asesinato de la reina de Busan por que sabían que este se enojaría.

— Ese ataque no fue algo que nosotros aprobáramos, por eso se le dio un castigo a quien se atrevió a hacer tal cosa — hablo la reina.

Felix solo bufo y asintió para después dejarse caer completamente sobre el trono. Los guardias observaban incomodos la pequeña discusión de la familia frente a ellos, no todos los días veías a tus gobernantes tener una diferencia de opinión con sus hijos.

— Hijo, esta noche tendrás que estar acompañado por los guardias — dice el rey a su primogénito.

Minho asiente con rostro neutro, pero por dentro sabía que aquello seria un problema. Ya habían pasado dos días y esta noche en especifico Jisung regresaría al bosque para reencontrarse con él. Si el iba hacía el lago los guardias le seguirían y lastimarían al omega si lo ven, pero si no va esta el riesgo de que el rubio llegue y los guardias al verlo lo ataquen y él no estaría para protegerlo.

— Como Felix dijo: es un omega ¿Qué podría hacerme?

— No nos arriesgaremos, Minho — sentenció la mujer.

El rey hizo una seña a los guardias de que se retiraran y estos obedientemente acatan la orden de su superior. Los cuatro quedan solos en la sala del trono; Minho suspira y se levanta de su lugar para después retirarse a su alcoba para poder pensar.

Felix por otro lado, sabía que su hermano estaría en problemas. Jisung estaba en peligro y el sabía que aquello preocupaba a su hermano.

— Y... ¿Qué planean hacer con el omega si lo atrapan? — cuestiona el de cabello rizado.

— Creo que matarlo no seria lo correcto — hablo su madre.

— Interrogarlo y después veremos que hacer.

Felix se levanto de su lugar después de que su padre dijera esas palabras. Decidió seguir a su hermano, pues el también se encontraba preocupado sobre aquel tema; Jisung le había agradado y ademas de eso, sabía que si sus padres mataban al rubio, aquello afectaría a su hermano mayor también.

☁︎𓂃 ⋆ 

— ¿Estas seguro?

— Si, Chan. Quiero verlo...

— P-Pero es peligroso ¿Y si mejor voy con usted?

— No, debes quedarte para que papá no descubra nada.

— Su majestad...

— ¡Adiós!

Y tras decir eso, el príncipe se coloca la capucha de la capa para empezar a escabullirse fuera del castillo. Logro llegar al pueblo sin ningún problema y cuando por fin pudo llegar al bosque suspiro aliviado. Antes de adentrarse observo el alrededor y sonrío al ver todo vacío, nadie le había visto.

Empezó a caminar lentamente por el bosque, sintiendo a su lobo emocionarse cada que se acercaba más y más al lago, donde se encontraría con su alfa.

Llego, pero se sorprendió cuando vio a dos personas totalmente desconocidas, ellos no eran Minho y mucho menos Felix. Se escondió detrás de un árbol y noto como aquellas personas empezaban a olfatear el alrededor.

— Esta aquí... su aroma esta cerca — hablo uno de ellos.

— Absolutamente no es de Daegu. Alguien de Busan trata de cruzar las fronteras.

— Las ordenes del rey fueron atraparlo y llevarlo hasta el.

Jisung retrocedió asustado al ver como ellos se acercaban lentamente hacía donde el estaba escondido. Siguió retrocediendo hasta que siente que algo le impide moverse más. Su capa se había quedado atorada en la rama de un árbol. El rubio trata desesperadamente de hacer que se suelte y cuando voltea nota que los dos alfas estaban cada vez más cerca.

Se sobresalta cuando siente un agarre en su cintura y como aquella persona arrancaba con fuerza la prenda atorada. Aquella persona retrocede junto a él hasta llevarlo lejos, casi a la entrada del pueblo de Busan.

Jisung respiraba con fuerza debido al susto que acaba de pasar, pero el aroma a coco y menta de la persona detrás de él logra calmarlo.

— Eran mis guardias — escucha el susurro de quien esta a sus espaldas.

— ¿P-Por qué...?

— Hace unos días captaron tú aroma, por eso estaban tratando de atraparte.

El omega se volteo y se abrazo al alfa, quien rodeo la esbelta cintura del menor. Jisung paso sus brazos por el torso del mayor y escondió su rostro en el pecho de este, inhalando el aroma que lograba tranquilizarlo.

— ¿Tú guardia no vino contigo? — cuestiona el alfa al ver al omega solo.

— No, se quedo en el castillo para encubrirme por si a papá se le ocurría ir a ver si estoy en mi cuarto.

— ¡Perdimos al príncipe Minho de vista! — escuchan una exclamación.

— Parece que te buscan... — susurra el rubio.

— Mis padres les pidieron que no se separaran de mi, pero tenía que hacerlo para protegerte por si alguno de ellos intentaba algo.

— ¡No podemos seguir, vas a cruzar la frontera de Busan!

— ¿Crees que vengan?

— No lo creo, mamá y papá les prohiben cruzar para no tener ningún problema.

— Tú cruzaste — comento burlón el omega.

— Si, bueno... nadie se enterara.

El alfa aprieta el agarre que mantiene en la cintura del omega. Ambos rieron levemente y se quedaron mirando fijamente. Iban acercando lentamente sus rostros, perdidos en la mirada del contrario. Sus narices rosaron y sus respiraciones se mezclaron. Cortaron la distancia que les faltaba para por fin unir sus labios en un dulce y delicado beso. Cada uno suspiro satisfecho al sentir la suavidad de los labios del contrario. Se deleitaban con el toque de cada uno y formaron una sonrisa en sus rostros.

Se separaron apenas unos centímetros. Minho observo detenidamente el rostro del más bajo, el cual era iluminado con la luz que la luna les otorgaba y sin poder evitarlo volvieron a juntar sus labios en un beso más necesitado.

Sus labios hicieron leves movimientos que lograban sacarles suspiros a cada uno, se separaron y el omega sonrojado esconde su rostro en el cuello del contrario.

Ninguno de arrepentía de lo que acababan de hacer.

⋆ ♥︎ 𝐝𝐞𝐚𝐭𝐭𝐡𝐦𝐞𝐭𝐚𝐥𝐥 🌨 !!