Maratón 1/3

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Me rei suavemente y le di unas palmadas amistosas en la cabeza. Miré el reloj y me sorprendió descubrir que eran las doce menos cuarto del mediodía. Me había quedado más de cinco horas en la biblioteca.
- Me tengo que ir.- le informé a Simon mientras recogía todas mis cosas y las metía en mi mochila. Él me miró con curiosidad.- Es que digamos... Que tengo unos amigos muy... Protectores? Y llevo aqui más de cinco horas y bueno, no avise a nadie que venía aquí.- dije intentando sonreir con inocencia a la par que me rascaba la nuca. Él abrió mucho los ojos antes de sacar su movil y escribir a toda velocidad.
"No te van a matar?"
Decía en la pantalla. Asentí con lentitud mientras palidecía.
"Si sobrevives te apuntas a ir mañana al paintball? Si quieres pueden venir tambien tus amigos".- escribió despues con una sonrisa tímida.
- Claro! Seguro que les apetece salir de aquí! Adios!!- exclamé despidiéndome con la mano mientras corría en dirección a la puerta. Me despedí de Adam con un gesto de mano y traspasé las pesadas puertas con un empujón de hombro. Entonces caí en la cuenta de que me había llevado el libro de boxeo sin avisar a nadie. Saqué como pude mi movil de la mochila solo con una mano y le subí el volumen de nuevo, todo aquello mientras corría a toda velocidad hacia nuestra habitación. Me apresuré en teclear un mensaje para Adam (su contacto me lo había metido Chase en la memoria junto el de Aaron y el suyo). Me he llevado un libro y se me ha olvidado registrarme, me apuntas? Se titula "reglas básicas del boxeo" Gracias.
Adam: Claro linda ;)

Negué con la cabeza mientras hacía lo que podía por sacar las llaves de mi habitación del bolsillo trasero de mis pantalones justo cuando la puerta se abrió de golpe, mostrando a un furioso y desesperado Dani. Al principio me miró como si fuese un espejismo y alargó la mano hasta tocarme el brazo. Luego se frotó los ojos con los puños y después se puso rojo del enfado.
- Se puede saber donde narices estabas?!?! Hemos estado buscándote durante toda la mañana!! No dejaste una nota, ni un mensaje, ni nos avisaste!!! Tienes idea de lo preocupados que estábamos?!?- me preguntó entre gritos y yo solo pude reir, cosa que lo cabreó más todavía.- Se puede saber de que cojones te ries?
- Hey, para el carro vaquero! En primer lugar a mi no me gritas, que te quede claro.- le dije empezando a molestarme.- En segundo lugar, creo que ya soy mayorcita para ir a la biblioteca yo sola, simplemente se me pasó el tiempo. Y en tercer lugar, tienes brownie?? Es que me muero de hambre.- dije en el momento justo en el que mis tripas rugieron con fiereza. Miré a mi amigo haciendo un puchero cosa que pareció calmarle un poco. Se pasó las manos por el pelo y suspiró con alivio.
- Si, está en la cocina. Ha sido Chase el que lo ha traido asi que dale las gracias cuando llegue de mirar en el gimnasio.
- Si, papi.- le dije poniendo los ojos en blanco. Lancé la mochila a alguna parte de la sala y eché a correr hacia la cocina, a por mi amado y querido brownie. Según entré en la habitación citada, una masa de largos brazos y pelo marrón me asaltó para abrazarme, sin tener en cuenta a mi pobre muñeca que quedó entre el pecho de Aaron y el mío. Gruñí con impaciencia tras soltar un grito ahogado.
- Aaron, mierda, suéltame, me estás aplastando la muñeca!- exclamé con desesperación al ver que mi compañero de piso no estaba por la labor de soltarme. Él al oír mis palabras se apresuró en soltarme y se sonrojó. Puse de nuevo los ojos en blanco tras un bufido y me abalancé sobre el dulce. Cogí un cuchillo y con una sonrisa maliciosa me acerqué a la encimera en la que se encontraba. Aaron dio un paso atrás, asustado. Sonreí más ampliamente y luego comencé con mi discurso pre-morte.
- Querido Brownie, sabes que te quiero, verdad? Claro que si. Bueno, pues por la misma razón por la que te quiero, me veo en la obligación de poner fin a tu sufrimiento comiéndome tus ricas nueces y tu esponjoso relleno. Luego guardaremos un minuto de silencio por ti, no te preocupes.- me puse una mano el corazón y miré al postre con pena. Luego, cuando levanté la vista, descubrí a Chase, Aaron y Dani grabándome con un móvil y tratando de aguantar la risa. Enarqué una ceja en su dirección.
- Gente del mundo, os apetece ver cómo mato a tres tíos cachas con un cuchillo por interrumpir el sacrifio de este pobre Brownie? Si?? Bien, pues lamento decepcionarles.- los tres chicos suspiraron de puro alivio.- No podré grabarlo porque entonces quedarían pruebas para acusarme de asesinato y no podría huír a Hawai.- dije esbozando la mejor de mis sonrisas macabras. Dani subió el video a youtube y luego salió corriendo quién sabe a dónde con los otros dos idiotas detrás. Me rei para mi misma antes de cortarme un trozo bien grande de mi víctima. Lo serví en un plato llano y fui caminando tranquilamente hasta sentarme en el sofá de la sala a ver la tele. Estaban dando Modern Family, por lo que corté un pedazo de la delicia que estaba en mi plato y me la llevé a la boca. Al poco rato, los tres mosqueteros aparecieron cada uno con una cazerola en la cabeza y una cuchara de madera. Me observaron con precaución antes de que yo me empezase a reir escandalosamente.
- Teneis... Teneis unas pintas... Unas pintas ridículas!!- dije entre carcajada y carcajada. Ellos se miraron los unos a los otros antes de encogerse de hombros.
- Si los quisiese matar, lo haría por la noche mientras durmieseis.- les dije una vez que estuve calmada. Cogí de nuevo mi plato de la mesa y me metí un gran trozo de Brownie en la mesa. Ellos me miraron escandalizados para luego ir corriendo a la cocina. Puse los ojos en blanco y seguí comiendo pero cuando me llevé otro trozo a la boca, otra lo interceptó primero, dejándome con la boca abierta babeando. Miré con un puchero a Dani antes de lanzarle un cojín con todas mis fuerzas. Dándole justamente en sus partes masculinas. Él gimió y se dejó caer de rodillas al suelo mientras me maldecía por lo bajo. Yo le saqué la lengua (un gesto muy maduro por mi parte) antes de comer el último pedazo de Brownie que me quedaba en el plato. Entonces entraron Chase y Aaron con un trozo enorme de Brownie cada uno en un plato.
- Queda algo?- les pregunté con voz temblorosa. Ellos me miraron extrañados antes de negar con la cabeza. Hice una mueca de horror y corrí a la cocina a verificar su respuesta. En efecto, no quedaba ni una mísera miguita de chocolate. Ni una nuez. Volví a la sala con morritos y la cabeza baja.
- Hey Gin, tu discurso funerario para el Brownie ya tiene cien me gusta!- exclamó sorprendido. Yo abrí mis ojos como platos antes de prácticamente gritar con emoción.
- Voy a ser youtuber!!

Boxeadora NO busca Boxeador [Wattys2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora