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El reloj decía marcaba las 10:37 y apenas iba levantándose.

Recién se despertaba pero se seguía sintiendo cansada por alguna razón.

Su cabello estaba despeinado y su maquillaje corrido por no quitárselo el día anterior. Simplemente tomó una sudadera colocándose la para bajar al comedor de su casa y observar a su padre antes de irse al trabajo.

—Vaya, tan linda como siempre Ily — alago el chico alto sentado en la mesa desayunando.

—Igual tu Iris — le sonrió falsamente.

Tomó asiento alado suyo recargando se en su hombro mientras tomaba un poco de cereal para comerlo.

—¿Ya te vas abuelo? — preguntó Luck ignorando a ellos dos.

—Si, ocupan de mí ayuda en el hospital pero por supuesto antes iré a dejarte a la escuela — sonrió.

—Trabajas mucho — se quejo Luck haciendo una mueca.

—Si.. y es por eso que el es el mejor doctor de todos. ¿Sabes? El siempre está salvando vidas con sus increíbles conocimientos, tal vez tu no lo sabes por qué aun no te lleva al hospital pero Iris y yo si que lo sabemos, ¿o no Iris? — le cuestionó haciéndole señas a Luck con los ojos para que este le siguiera el cuento.

—Por supuesto, siempre está corriendo hacia donde necesitan y ayudando a la gente. Es increíble — sonrió.

—¡Wow! ¡Ya quiero que me lleves contigo al hospital! ¡Iré por mis cosas para irnos — grito emocionado saliendo del comedor a toda prisa.

—Gracais Ily.

—De nada papá, se que ser dueño de un hospital en pleno Roppongi es duro — sonrió.

—Bien, no olvides comer tu desayuno y si ocupan algo me llaman okey. Adiós.

Salió de la habitación yendo a buscar a Luck para llevárselo e irse el también dejando a Ily e Iris solos en el comedor para que coman.

—Ily — llamó Iris para que le prestará atención.

—¿Qué quieres?

—¿Volverás a ir a Tokyo? Escuche que lo dijiste ayer a papá.

—Eres un metiche — reclamo con burla. —Pero si, iré este fin de semana que viene a ver de nuevo a Akuza.

—Uhm.. ya.

—¿Por qué? — preguntó confusa de su actitud.

—No, por nada. Solo que ahora que fui contigo a Tokyo a conocer a Akuza me di cuenta de que en verdad tiene una relación muy linda — sonrió.

—Si... lo conozco desde los 14 años y siempre vio por mí bien, también fue aprendía de él doctor Akiyama antes de mudarnos — explicó con nostalgia al recordar aquello.

—Ni tu ni Akiyama han hablado de lo que era antes de que el te adoptará pero se que el tenía te conocía de antes, en cambio a mi me adoptó meses después cuando a mis 17 estaba en una recaída y el me ayudó.

—Si, es mejor no recordar cosas del pasado, hay que olvidarlo y ya, así como dijo Akiyama..

—Si... olvidarlo..

Ambos se quedaron mirando en silencio hacia la mesa mientras que a cada uno sus pensamientos los carcomian.

El doctor Akiyama. Excelente Doctor llegando al punto de tener su propio hospital en Roppongi. Hombre honesto y rico pero sin embargo ningún hijo propio.

Mantenía a sus hijos ocultos de las prensas, relamente sólo se sabía que el había adoptado a tres niños que reclamo como sus hijos y dueños de todo lo suyo pero sin siquiera dar a conocer ni sus orígenes pues cada uno tenía su pasado "oscuro".

𝐌𝐀𝐑𝐈𝐏𝐎𝐒𝐀𝐒 𝐑𝐎𝐓𝐀𝐒   ❝𝑺𝑨𝑵𝑶 𝑴𝑨𝑵𝑱𝑰𝑹𝑶❞Where stories live. Discover now