𝐌𝐀𝐑𝐈𝐏𝐎𝐒𝐀𝐒 𝐑𝐎𝐓𝐀𝐒 ❝𝑺𝑨𝑵𝑶 𝑴𝑨𝑵𝑱𝑰𝑹𝑶❞

|04.

—Smiley...

—¿Qué? ¿Me conoces acaso? — cuestióno asercandose a ella para observarla bien.

Lo apartó enseguida con asombro aún en su rostro y se giro a voltear a los chicos de antes para mirar como ellos los observaban a ambos con atención y risas.

—No no no no no..... ¿que hago? ¿que hago? — susurro alarmada y comenzando a sentirte muy nerviosa.

—Ey, ¿que pasa? ¿que tienes? ¿estás bien? — preguntó el tomando su rostro para mirarla.

Lo miró con sus ojos cristalizados dejando que el esmeralda de sus ojos resplandeciera ante él.

Sus ojos, aquellos bellos ojos que siempre miraba y de los cuales siempre estaba pendiente. Su imagen pasó por su mente pero enseguida negó rotundamente moviendo su cabeza de lado y bajando su vista.

Pero justo cuando volvió a levantarla para mirarla observó de nuevo su mirada que la delataba rotundamente por aquellas lágrimas que resbalaban por sus mejillas.

—No no no, no es posible — volvió a negar.

—Smile... — susurro llamando su atención.

Siempre pendiente de ella, cualquier cosa que nesetira el la ayudaría, no solo era la novia de su amigo si no que la veía como a una hermana. Siempre la quiso tanto y él día que la vio irse se le rompió el corazón.

—Mei..

—¡No callate! — lo interrumpió tapando le la boca con sus manos y asercandose a él quedando muy juntos —No lo digas — susurro.

Miró sobre su hombro volviendo a mirar a aquel grupo mirando como ahora los veían con asombro y sorpresa por lo que ella hizo y la sercania que de pronto mostró.

—Dime quienes están ahí — pidió mirando a Smiley rogante.

—Angry, Chifuyu, Hakkai, Pehyan y Mitsuya..

Al oír su nombre bajo la cabeza enseguida negando y sintiéndose aún más nerviosa y ansiosa de salir de ahí lo más rápido. Debió hacer caso y jamás ir a la feria.

Jamás debio volver a Tokyo. Era su culpa.

—Debo irme.

Se alejo enseguida caminando de prisa lejos de ellos hasta que Smiley la tomo del brazo deteniendo la.

—¿Vas a irte asi sin más despues de que pase cinco años creyendo que estabas muerta? — preguntó frío.

—Smiley..

—No, no sólo susurres mi nombre, dime que fue lo que pasó, que pasó contigo, que pasó ese día y donde carajos has estado estos cinco años sabiendo que todos nosotros le hemos estado llorando a alguien que de seguro no le importamos por que de ser así jamás ubiera echo lo que hizo.

Estaba enojado, se veía en sus ojos y el enojo lo consumía en ese momento.

—Smiley me estas lastimando — rogó sollozando. —No sabes cuanto lo siento y lo difícil que a sido para mí y se que mereces una explicación pero por favor ahora no y menos cuando ellos nos están mirándonos con atención.

—¿Por qué? ¿Tienes miedo de que se den cuenta de que sepan quién eres? Porque yo creo que deberia ir ahora mismo a decirles quien eres.

—¡No! Por favor Nahoya, no lo hagas.

—Te extrañe día y noche y aun peor Mitsuya no paraba de culparse.

Miro su mirada fría, sus ojos con odio y sintió el ardor de sus dedos haciendo precion sobre su piel.