Troublemaker. © ( HanmaxKisaki | Omegaverse )

NO

Kisaki pasó ojos a Hanma, quién seguía sujetandolo de la mandíbula. Hanma mantenía el rostro lleno de fastidio, volviendo vista hacia Kisaki al cuál pasó su lengua por labios del chico.

Aquello desató la furia del moreno: tomó vuelo para, con puño cerrado, plantar un golpe en el rostro de Shuuji, arrebatando un quejido de este y así también consiguiendo que lo soltara.

Kisaki se levantó de inmediato, mientras Kazutora soltaba una risa ante tal escena. Kisaki miró con extrañeza al mayor, pero enseguida tomó sus cosas.

─ No somos nada, perdona la escena. ─ Fue lo que atinó a decir el de lentes, ofreciendo una reverencia rápida y saliendo de ahí.

No miró atrás, estaba demasiado avergonzado ¡Cómo pudo haber sido visto de tal manera! Estaba más que seguro que era culpa de Hanma, pero igualmente se sentía herido al enterarse así de pronto que el mayor estaba comprometido.

Pudo llegar hasta uno de los baños, mismo donde entró y se quedó un rato colocando sus manos sobre el lavamanos. Se quedó un momento pensando para, furioso, patear uno de los botes de basura del lugar, vaya imbécil se sentía al dejarse tratar de esa manera siendo que era muy analítico con todo.

Salió del baño tomando camino hacia su departamento, de alguna manera tendría que terminar con esas clases que terminó aceptando por diversión pero que solo le estaban dando problemas.

Sacó el teléfono celular de su bolsillo, encontrándose con la no tan grata sorpresa de tener una buena cantidad de llamadas perdidas de Hanma. Kisaki volvió a guardarse el teléfono celular, no iba a responder, al menos no en ese día.

Llegó a casa, tumbandose en el sofá y dejando sus cosas a un lado. Hizo la cabeza hacia atrás pensando cuando la puerta de su apartamento llamó su atención. Izana ingresó ahí, mirando confundido al moreno por su tan temprana llegada.

─ ¿Ah? ¿Qué pasó? ─ Preguntó, casi como si hubiese podido leer de inmediato lo que pasaba por cabeza ajena.

─ ¿Hanma Shuuji está comprometido? ─

Izana se llevó mano a mentón, como haciendo memoria de algo hasta dar con ello. Lateral del puño chocó contra la palma de la otra mano.

─ Rindō me contó sobre eso. Se supone que Hanma está comprometido con Kazutora por órdenes de su abuelo y como "medida de disciplina" que obviamente no iba a funcionar. ─ Explicó Izana.

Respingo se escuchó por parte del de cabello oscuro, quien se quitaba los lentes y los dejaba a un lado para apretarse suavemente el puente de la nariz.

─ Que mierdas son estas. ─ Exclamó molesto.

Izana no comprendía del todo lo que pasaba; pero ya se hacía una idea. Se acercó, dejándose caer en el sofá colocando manos sobre piernas propias.

─ ¿Ya me vas a decir qué te sucede? ─ Preguntó el peliblanco.

Kisaki iba a tomar la palabra pero, el sonido de la puerta se hizo presente. Fue extraño; nunca recibían visitas y ninguno de los dos esperaba a alguien en especial.

Izana se levantó para atender, a pasos flojos pero con curiosidad en su figura. Abrió la puerta encontrándose con Shuuji, quien miró fijamente al peliblanco.

─ ... ¿Qué haces aquí? ─ Preguntó Izana.

Hanma le ignoró, mirando al interior de la vivienda en búsqueda de Kisaki al cuál no le costó nada encontrar. Kisaki al ver al alfa ahí sintió como si la temperatura bajara en el ambiente ¿Cómo lo había encontrado? Nunca le dijo donde vivía y siempre se aseguró de que no le siguiera.

─ Tengo que hablar contigo. ─ Exclamó Hanma, señalando con índice al chico.

─ ¿De qué demonios quieres hablar? ¿Cómo encontraste donde vivo?

─ Rindō me lo dijo. Quiero hablar sobre lo de hace rato. ─ Respondió.

Kisaki en ese momento volteó a ver a Izana, quién frunció los labios al escuchar el nombre de su amigo, soltando así un suspiro pesado. Se volteó a ver al de lentes, formulando un "lo siento" silencioso.

Kisaki no tenía de otra, tenía que atender o seguro que no se iba a ir de ahí. Se levantó de su asiento, caminó hasta la puerta misma donde se colocó el calzado. Izana le dejó pasar, así entonces en cuanto Kisaki estuvo fuera del departamento el de cabellos blancos se aseguró de cerrar la puerta.

─ Bien, habla. ─ Dijo el omega.

─ Te necesito cerca.

─ ¿Por qué? Yo no quiero nada contigo. ─ Respondió Kisaki.

─ Es tu aroma, es estúpido pero, algo en ti no me deja alejarme. ─ Replicó el alfa.

Kisaki no creía nada de eso, sólo se le hacían un montón de excusas tontas para hacerlo quedar como el malo de todo. Negó con la cabeza, ajustándose las gafas con el dedo índice.

─ Estás comprometido y es con Kazutora, me vas a meter en problemas. ─ Recalcó el de lentes.

Hanma se acercó a este, colocando brazo a un costado del rostro del chico haciendo que Kisaki se sintiera sumamente indefenso, sin embargo, en ningún momento quitó el ceño fruncido que se formaba en su rostro.

─ No es Kazutora el que me importa, de una forma u otra me quedaré contigo, nerd. ─ Murmuró el mayor.

En esos momentos, Kisaki odió con su alma el ser omega. Odió no poder reconocer su olor y odió aún más el no poder averiguar si el alfa frente suyo sería su compañero de vida o un simple desecho más.