I Don't Care

951 160 22
                                    

Aquellas semanas se estaban volviendo un infierno para Kisaki. Escuchar una, tras otra, y tras otra vez el monólogo de Hanma sobre el porqué debía perdonarlo le representaba la mayor de las torturas.

Ahora su nuevo problema era la insoportable migraña que se había ganado en esos días, donde era tan intensa que incluso parecía que tendría fiebre, y ahora Izana se hacía cargo de él al colocar toallas húmedas sobre su frente.

Aunque odiaba admitirlo, necesitaba aunque fuese el roce del tacto del alfa, su determinación para darse su lugar le estaba costando tanto como el de un adicto al que se le había quitado la heroína; una cosa imposible y un martirio del día a día.

Esa mañana ocurrió algo diferente: Hanma no había ido a decir aquél monólogo de todos los días. Llevaban ya tres semanas sin hablarse ni verse mínimo ¿Acaso se había decidido por completo? ¿Acaso le había dejado al final a su suerte? Que desgracia y descepción, y lo último era porque él muy ilusamente había creído en que Hanma lo elegiría al final.

El compromiso del alfa estaba próximo, Izana era quien le contaba todas las cosas que pasaban ya que Kisaki se negaba a salir. Todo ese show le parecía ya molesto al de cabellos blanquizcos, tuvo que inventar que el moreno se había ausentado por que había sido operado de emergencia y, gracias a que Kisaki nunca había sido de los que faltaban sólo por que si, los profesores le creyeron.

Sentado en la orilla de la cama, Izana continuaba viendo a su mejor amigo, tratando de encontrar palabras para expresar lo que estaba sintiendo en esos instantes. Se tuvo que morder el interior del labio para no soltar algo indebido, y sólo soltó un suspiro sin chiste alguno.

─ Creo que, si te muerde otro alfa con más 'categoria' podría liberarte de esto. ─ Fue su idea.

─ ¿Y de dónde sacamos eso? ─

Izana sacó su teléfono celular e ignorando un poco a Kisaki se dedicó a teclear en su teléfono. Abrió un tantito más los ojos cuando pudo encontrar la respuesta, volteando el teléfono en dirección a Kisaki para que mirara.

─ App de citas. ─

Kisaki formó un gesto de total disgusto, negando con la cabeza y sintiendo como todo le daba vueltas de la nada, teniendo que abrazarse a sí mismo. La picazón en sus brazos había estado ocasionando estragos; la piel ya tenía costras de lo descuidado que había estado siendo consigo, pero eso no le impedía seguir haciéndolo.

Izana no era tonto; había algo en Kisaki más allá de tener el deseo de estar con Hanma que le estaba provocando esa sensación de picazón, pero no tocaba el tema debido a que no sabía como reaccionaría el omega, y no encontraba tampoco la forma más delicada para preguntar.

Así, el beta simplemente se dedicó a colocar la mano en el sitio que el de lentes comenzaba a rascar fervientemente, haciendo que el moreno alzara la vista para mirarlo.

─ Deja de hacer eso. Aguarda aquí, iré a ver si tienes alguna crema para eso. ─

El beta se levantó de su asiento tomando dirección al cuarto de baño. Kisaki se quedó en silencio, dando vueltas a su teléfono y entrando a sus redes sociales. Todo lo que aparecía en ellas era el sonado matrimonio de Hanma con Kazutora, después de todo era casi la boda del año al unirse ambas familias.

Podían verse imágenes de Hanma ir y venir con Kazutora, teniendo citas y esas cosas que hacen los novios, pero había algo que siempre notaba Kisaki: el alfa no era felíz ¿Era tan imbécil como para, por encima de lo que sentía, casarse con alguien que detestaba? Era un idiota, un idiota egoísta que sólo le gustaba el dinero.

Dejó su teléfono a un costado teniendo enseguida a Izana a su lado con aquella pomada y algunas gasas. Estiró el brazo para dejarse hacer, frunciendo un poco el ceño ante el ardor que aquello provocó.

La semana que faltaba para el compromiso pasó en un abrir y cerrar de ojos. Ese mismo día Kisaki se dedicó a dormir todo el día, mientras Izana se aseguraba de que nadie molestara a Kisaki. Se encontraba en la sala descansando, después de todo era imposible que Hanma llegara ese día. Su teléfono celular sonó, contestando de inmediato al mirar de quien se trataba.

ㅤㅤㅤ❝ Estoy afuera. ❞

─ Qué rápido. Voy. ─

Izana se levantó de un salto, encaminandose a la puerta abrió sin dudar. Un chico alto de cicatriz en el rostro se hizo presente, entrando con sigilo y olfateando el ambiente.

─ Hm... No creo que se haya rendido. ─

─ ¿Eh? ¿Porqué lo dices? ─

─ Si yo me rindiera ante un omega, sería más cuidadoso de mantener mis feromonas ocultas, pero aquí hay una clara advertencia de que más vale no acercarse. ─

Izana miró al chico, desde que conoció a Kakucho descubrió varias cosas que dejaba pasar simplemente por ser un beta, estar con un alfa era como abrirle la mente a más cosas. Soltó un suspiro de manera lenta, llevándose una mano a la cabeza en un gesto de fastidio.

─ Quita esa cara, cargas con cosas que no son tuyas y por eso tienes problemas. ─ Habló el alfa.

─ Sólo cierra la boca. ─

Instantes después el sonido de la puerta se hizo presente, cosa que alertó tanto a Izana como a Kakucho ¿Era Hanma?. La respuesta fue clara en cuanto la puerta se abrió, no era Hanma, más bien era Rindō. Lucía un traje blanco, iba más que bien peinado y parecía que iba a toda prisa.

Rindō se detuvo un momento al ver a Kakucho, señalandolo y viendo al de cabellos blancos.

─ ¿Lo trajiste? ─

─ Espera ¿Qué haces aquí? ─ Preguntó Izana con confusión, haciendo que Rindō volviera a lo suyo y comenzara a avanzar a la habitación de Kisaki, cosa que provocó que el beta corriera detrás de él.

─ Vengo por Kisaki, andando. ─

Izana enseguida se puso frente a la puerta, mientras Kakucho con brazos cruzados se mantenía atrás atento a intervenir si algo más pasaba.

─ Aguarda un segundo ¿Para qué demonios quieres a Kisaki? ¿No deberías de estar en la ceremonia del imbécil ese? ─

Rindō se negó, pero una media sonrisa formó.

─ Es parte del plan de Hanma, vamos a meternos en problemas hoy. ─

Troublemaker. © ( HanmaxKisaki | Omegaverse )Where stories live. Discover now