Troublemaker. © ( HanmaxKisaki | Omegaverse )

ilomilo

Ese día se quedaron en casa de Kisaki. Sanzu y Rindō durmieron en una de las habitaciones que había para huéspedes mientras que Kisaki y Hanma durmieron en el cuarto que pertenecía al moreno.

El cuarto de Kisaki era muy organizado: tenía un escritorio con varios libros, un estante con muchos más y un armario. Kisaki no tenía una cama, tenía un futón, así que tuvieron que colocar un segundo de estos para el alfa.

Kisaki entró primero entre las cobijas, acomodándose de lado mientras Hanma le arropaba bien. Ahora que entendía mejor a Kisaki, sentía que sus esfuerzos debían ser del doble si quería sacar de todo ese problema a Kisaki, aunque el como no lo tenía muy en claro.

─ ¿Necesitas algo o estás cómodo? ─ Preguntó Hanma, quien se encontraba sentado a un costado del omega manteniendo una de sus manos recargada en el piso al otro lado de Kisaki.

─ Estoy bien. ─ Respondió el moreno, soltando un suspiro de cansancio.

Hanma asintió, pasando la mano que recargaba sobre la espalda del menor y daba suaves caricias en ella.

─ Gracias por ser honesto, no sabía que podías serlo más. ─

Las palabras del mayor hicieron que orbes dirigiera a este mismo, quedándose en ese lugar unos segundos pasó su mirar hacia otro lado.

─ Si vamos a tener un bebé y a estar juntos, tenía que decirlo.

Hanma sonrió ladinamente, negando con la cabeza a la par. Lentamente se acercó al rostro de Kisaki, dejando un pequeño beso cerca de la comisura de sus labios.

─ Nunca cambies. ─ Mencionó en un murmullo antes de entrar a las cobijas junto al moreno.

Ahí dentro se acercó al chico, rodeando su cintura con cuidado de no aplastar de más el vientre de su pareja. Ya que quedaban uno frente al otro, Hanma aprovechó para colocar su zurda sobre la mejilla del moreno, acariciando esta suavemente con su pulgar.

Tras un tiempo y por las caricias que le hacían, Kisaki se quedó totalmente dormido. Hanma siempre se quedaba un rato admirando el rostro del moreno, pero esa noche se tomó más su tiempo: era un rostro pacífico, algo que quería proteger y que no cambiara.

Tras unos momentos el alfa también cayó rendido, y como si de un parpadeo se tratara abrió los ojos con la luz del sol inundando el cuarto. A su lado no estaba Kisaki, cosa que le preocupó haciendo que se levantara de un salto a buscarlo.

No demoró en eso, pues la voz del omega se escuchó provenir de la cocina, asomándose apenas y un poco encontrándose con este preparando el desayuno junto a su abuela. Su presencia no se hizo notar, hasta que Rindō habló en voz alta.

─ Al fin despiertas, Kisaki hizo el desayuno, está muy bueno.

Hanma elevó una de sus cejas en dirección al de cabello bicolor, enseguida señalándose con el pulgar y mostrando una media sonrisa llena de orgullo.

─ Lo sé, siempre prepara comida para mi porque me ama.

─ ¡Hanma! ─ Reclamó Kisaki atrayendo enseguida la mirada del alfa. En esos momentos pudo notar el rostro de Kisaki enrojecido, haciendo que su abuela soltara una risa.

─ Es bueno que se lleven bien, eso me hace sentir tranquila.

El omega abultó sus labios como reproche, retirando su mirar y volviendo a centrarse en lo que hacía.

Después del desayuno comenzaron a preparar sus cosas para regresar. Kisaki se tomó unos momentos a solas con su madre, dejando también dinero a su abuela para lo que necesitara. Aprovechó también para darle la noticia del nuevo bebé, cosa que la tomó por sorpresa pero también la hizo entrar en un poco de preocupación, sin embargo, Kisaki la tranquilizó al hacerle saber si algo pasaba.

Entraron de nuevo a los autos abandonando el lugar y regresando de nueva cuenta a Tokyo. Sanzu decidió hacerle compañía a Rindō, así que en el auto quedaron solos Kisaki y Hanma. Ambos disfrutaban de la música que tenían de fondo, como ambos tenían gustos musicales muy parecidos no tenían ningún problema.

─ Rindō me dijo que podía enviar a algunas personas a cuidar los alrededores de la casa. No te estoy preguntando si quieres, te aviso que aceptaré. ─ Exclamó en voz alta.

Kisaki volteó a mirar a este, rodando los ojos con fastidio a sus palabras.

─ Estoy bien, ese bastardo no creo que se atreva a acercarse.

─ No importa. Me sentiré tranquilo en el trabajo sabiendo que alguien te cuida.

─ Te propongo algo. ─ Exclamó el moreno. ─ Dejaré que me pongas a alguien a cuidado, pero elegiré yo a quien. ─

Hanma no pudo mirar al omega ya que estaba manejando, pero elevó una ceja con interés.

─ ¿Hm? ¿A quién quieres?

─ A Izana. Quiero que Izana se quede conmigo.

Aquello no le sorprendió en lo más mínimo, pero se sentía inquieto el dejar solo con esa tarea al peliblanco.

─ Izana y algunos hombres de Rindō ¿Te parece?

El de lentes hizo una mueca de disgusto, pero finalmente accedió al asentir con la cabeza.

─ Trato. Izana y algunos hombres de Rindō.

En respuesta Hanma simplemente sonrió. Continuaron con el largo camino que les quedaba, Kisaki durmió gran parte de este; el embarazo comenzaba a hacer efectos.

Cuando estaban cerca Hanma removió un poco al moreno, haciendo que este entreabiera un poco los ojos.

─ Ya vamos a llegar ¿No tienes antojo de nada?

Kisaki apenas y pudo comprender sus palabras ya que estaba espabilandose. Tras unos segundos asintió suavecito.

─ Un beso.

El alfa no evitó soltar una risilla por esa contestación. Tras ser detenido por un alto se acercó al moreno, depositando un beso en los labios del chico, permaneciendo ahí algunos segundos.

En cuanto la luz se tornó en verde el mayor se separó, volviendo a tomar el mando del auto y manejando el trayecto que faltaba para llegar a casa.

Una vez llegaron ambos autos entraron en los cajones de estacionamiento, sin embargo, una sorpresa les esperaba en casa. Había una caja en la entrada, cosa que extrañó a ambos ya que no esperaban nada.

Hanma salió primero, acercándose al paquete fue que tomó el mismo. No había remitente, y era una caja con un moño sobre la misma. Kisaki bajó despacio a la par que Sanzu y Rindō que se acercaba a ver con curiosidad.

Dentro del paquete había una carta y nada más. Hanma abrió la misma y sólo pudo leer unas palabras: te encontré.