Con el fin de ayudar a salir a su hermana Kushina de una profunda depresión; Sasori Uzumaki accede a servir como su "memoria" para relatar en su lugar hechos traumáticos sobre la infancia de ambos que actualmente pueden estar causando las decaídas d...
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(Nota: Aún no es el final, la historia se extendió un capítulo más, perdón...)
Luego de aquella reveladora cita la noche de un viernes, regresé a casa con un sabor amargo en la boca, y amanecí igual. Era la primera vez que arrastraba los problemas de mis pacientes conmigo... Aunque... En realidad Sasori no es un paciente. Si bien nuestras citas lo ayudan indirectamente a desahogarse, está ahí sólo por las memorias perdidas de Kushina.
—¿Qué hay de desayunar? —me preguntó Sasuke saliendo de su habitación, tomándome desapercibido. Yo estaba en la tarja lavando los trastes de ayer pues había llegado sin ánimos para eso. —Además de una pila de trastes sucios, claro...
A veces me dan ganas de contratar a alguien que haga esas cosas por mí, pero alguna vez lo intenté y no me sentía muy cómodo. Soy un fiel creyente de que si quieres que algo salga bien, tienes que hacerlo por ti mismo. Además tengo la fortuna de que Sasuke es igual de limpio y ordenado que yo, así que casi nunca hay mucho por hacer aquí. Sólo cuando está Obito, pero cada vez es más raro que haga acto de presencia.
—No... Creo que no hay nada. Tenemos que ir por la despensa hoy. Así que hay que bañarnos y vestirnos para salir a desayunar, ¿de acuerdo? —asintió con su cabeza y bostezó antes de tomar un vaso y servirse agua directamente del refrigerador.
—¿Qué pasó anoche? —cuestionó, perspicaz.
—¿Por qué?
—Llegaste muy raro. Parecías aturdido.
Tal vez sí necesitaba contarle a alguien esta situación que me tiene tan incómodo. No la anécdota de Sasori, obviamente, sino la zozobra de mi vínculo con él. Pero Sasuke no era la persona más indicada para eso.
—Nada, no te preocupes. Ve a apurarte.
Formé un vínculo con Sasori, ¿cómo diablos pasó? No es profesionalmente adecuado que un psicólogo tenga esa clase de sentimientos por un paciente. Pero vamos a lo mismo, Sasori no es un paciente, y nunca me había pasado eso. Ni siquiera me está pagando por esto. ¿Aún así está mal? Y como hombre casado, ¿también lo está pese a que sé que mi marido me engaña desde hace unos años...? En mi vida había estado tan confundido.
Al día siguiente las cosas no mejoraron. Sasuke me avisó que se iría a pasar las vacaciones de fin de año con Itachi, pero no soy tonto, y sé que lo hace porque su tío vendrá a quedarse aquí un tiempo los próximos días por su concierto, y no quería verlo. Lo acompañaría de no ser por mi trabajo, pues no me apetecía quedarme a solas con Obito, por cruel que suene. En fin, llamé a Minato y le pregunté si podíamos vernos en cuanto él tuviera un descanso, pues hoy estaría en mi día libre. Acordamos ir a ver a Kushina juntos. Sasuke nos acompañaría pues quería hacerle algunas preguntas sobre la academia de policía, y le pedí a mi amigo que no invitara a Sasori.
—¿Se pelearon? —me preguntó una vez juntos en su auto mientras nos abrochábamos el cinturón y esperábamos a que mi sobrino nos alcanzara, pues seguía juntando sus cosas para salir y además a él le tocaba cerrar la puerta del departamento.
