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—Quiero un trío con Max.—demanda el pelirrojo, frente al hombre al que debe rendirle cuentas y quien deposita sus pagos.

Park, en su asiento y con los ojos bien abiertos, abre la boca de repente seca—¿A eso han vendido hoy? ¿A exigir?

Max, sin embargo, se mantiene inmutable en su sitio, mirándose las uñas con desinterés. El bajito a su lado enfatiza su posición, cruzando los brazos.

—Me parece que estoy en todo mi derecho de exigir después de haber levantado la página a dónde está ahora, señor Park. Esto se trata de mi popularidad, no puedo estar en segundo puesto.

Park se ríe, agrio , ronco y como el hombre adulto con problemas de tabaquismo que es—¿Esto es por el ranking?— y de nuevo la rosa, cruel carcajada que hace enervar al bajito—Muchacho, así es el negocio. Unos días subes, otros bajas.

—Soy capaz de renunciar.— amenaza, con los ojos fieros y afilados.

Pero ya lo conoce Park lo suficientemente bien para saber que no lo hará después de decirle las nuevas noticias.—No te conviene, al menos no ahora—y el rostro del menor se suaviza para ir dejando paso al miedo– Fight firma contrato de exclusividad con nosotros mañana y adivina quién va a ser su compañero de debut...

—Primero muerto.

Park sonríe de lado, irónico. —La necrofilia es ilegal, NuNu.

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Cómo lo odiaba.

Con su estúpida sonrisa de un millón de dólares y sus estúpidos ojos grandes. Siempre pavoneándose en el estudio como si fuese el icono sexual del milenio, riendo como si la vida fuese de caramelo. Detesta cada pequeño aspecto de ese grandísimo tonto, desde el hecho de que su camerino esté al lado del suyo y lo escuché cantando antes de salir a grabar cuando se supone que debería ocuparse de dejársela lista para veinte minutos de grabación, como mínimo.

Para su debut como actor de la compañía, utilizaron el concepto básico y sobre-explotado del vecino que espía al otro mientras se masturba y lo pilla en el acto. Una cosa llevó a la otra y el vídeo se posicionó como número uno del ranking semanal desterrando a Jimmy Karn en su papel de policía con todo y su gran macana. Nunew recuerda que a Fight le costó demasiado trabajo quitarle las calcetas y tuvieron que cortar la toma porque Nunew se soltó a gritarle que no fuese manco, por todos los jodidos cielos y el chico todavía con un pezón dentro de su boca, se soltó a reír llamándole desesperado.

De ahí en más, trabajo le llovió al por mayor. Desde tríos hasta primera persona donde el espectador era ese chico entre las piernas del alto pelinegro, deleitándose de sus gemidos roncos y la forma en la que apretaba los labios al hacer ese ruido de "s" extendida. Su perfil recién creado se llenó de suscriptores pronto, muchos lugares arriba y puntos a favor a cada semana en el ranking, empatando o compitiendo siempre con Nunew que había accedido a pintarse de castaño y hacerse rizos para un papel de niño bueno de biblioteca empotrado contra los libreros.

Así que castaño y con el cabello como de poodle, Nunew espera ya resignado y con mucha más paz interior en su ser recostado sobre la cama a su co-estrella y dolor de muelas particular.

Esa tarde sus papeles eran sencillos y muy pero que muy básicos: simplemente una “pareja caliente experimenta con un vibrador”. No había ropa y eso ahorraba tiempo, pero el diálogo era de lo más absurdo con ese “Amor, tengo una sorpresa para ti” que cortaba todos los besitos y mimos tontos antes de pasar a la acción.

Zee llegó listo, con una toalla en la cintura y el cabello bien peinado hacia arriba, caminando fresco y casual a la cama para sentarse en la orilla y tomar la botella de lubricante entre sus dedos.

—Ahórratelo.— New ni siquiera lo está viendo cuando lo dice, mirándose las uñas fingiendo no estar molesto.

Zee sonríe de lado, dejando la botella en la cama —Hombre prevenido.

—Para eso me pagan.

Ese día estaba de peor humor que de costumbre y todo era culpa de su estúpido cabello, que lo hacía ver cómo diez años menor, como un crío de escuela secundaria. No le gustaba la forma en la que el flequillo le marcaba las mejillas o que el delineado de esa grabación haya sido tan sutil, haciéndole ver en serio como un chiquillo enamorado de su idiota novio kilométrico.

Zee mata el tiempo y la tensión moviendo la lengua de un lado a otro dentro de su boca, mirando el techo pensando en cosas bonitas para que no se distraiga y todo se vaya al demonio antes de grabar. Entiéndase por cosas bonitas Nunew y todo lo que incluye, porque malhumorado y todo, le sigue gustando demasiado y a lo mejor es eso lo que lo hace suplicar a su agente por una colaboración, solo para poder besarlo de nuevo y hundirse entre sus paredes , deleitarse de su rostro que quiere creer, nones tan actuado después de todo.

—Ah... Chicos... —Saint se acerca a con una cara muy poco positiva, llevando entre la oreja y el hombro el teléfono móvil que apenas llegué frente a ellos, se retira para guardarlo en el pantalón—Hay, algunos cambios desde arriba. Quieren que sean únicamente ustedes dos sin nada de por medio.

Nunew se ríe, irónico y alza las manos al cielo—Ya está, no voy a hacer esta mierda.

—Espera.— Zee se ve tan serio, mientras le pone una mano en el pecho, que a Nunew no le queda tiempo de ofenderse por el atrevimiento—No eres el único en esto, Nunew. No puedes decidir por mí. Creo que deberíamos escuchar antes de ponernos a la defensiva.

—¿¡Disculpa?!

—Tiene razón.— Esa, es su agente llegando desde atrás —al parecer las ventas que generan son muy buenas, pero la gente ya no quiere pagar por verlos. Sin trama ni argumento pueden subir esto a la página y cobrar honorarios por reproducción.

Entre el director y ambos agentes discuten qué es lo mejor para todos, como si en ese todos no incluyeran a New. Está ahí sentado, demonios, no es un objeto, no es solamente mercancía para vender y no se han molestado en escucharlo, porque según sabe tiene todo el derecho de irse al carajo si algo no le parece.

Según sabe.

—Hey...—Zee le llama quedito, bajándolo de su nube de miedo e inseguridades, recuerdos turbulentos e incomodidad que lo ha hecho abrazarse a sí mismo contra su pecho. El pelinegro le extiende una toalla para que se cubra, con la mirada tranquila y los labios apenas sonrientes. —Estaremos bien, ¿De acuerdo?

New toma la toalla en silencio para cubrirse con ella —Eso no lo sabes.

Zee se encoge de hombros
—No, pero puedo asegurarme de que tú lo estés.—y le sonríe, tan cálido y amable como nunca antes había sido con él.

Teniendo en cuenta que Chawarin tampoco se lo había permitido precisamente.

—Te odio...— balbucea, pero no lo suficientemente alto para ser escuchado.

Lights, camera...¡ACTION! +18|ZeeNunew Where stories live. Discover now