blended family

four

nate abrió su libreta.

-cabello café.

-ojos verdes.

-mayor que mamá.

-alfa.

era lo único que había podido obtener de información sobre el misterioso alfa con el que su madre había estado saliendo últimamente.

¿su madre de verdad piensa que es estúpido o simplemente su madre es muy inocente?

claro que se había dado cuenta de como el omega tardaba más cuando iba al "supermercado" o que volvía con flores después de ir a su clase de yoga, a la cual a propósito no iba exactamente con ropa deportiva.

—iré a tomar un café con niall, bebé. —su madre se asomó por la puerta después de haber tocado la puerta. —tu padre vendrá con ustedes.

nate gruñó.

primero, obviamente su madre no iría con niall, iría con ese alfa.

segundo, no quiere ver al imbécil de su padre.

—no gruñas, bebé.

—¿ahora quiere tener una buena relación?

—tú sabes que está esforzándose.

—¿tú lo crees?

louis entró a la habitación.

—sabes que está yendo a sus terapias y se está esforzando por mejorar su relación con ustedes.

nate volteo lo ojos.

su padre siempre fue explosivo, explotaba por detalles pequeños y al final le detectaron problemas de ira.

—sé que se está esforzando.

—bebé... —louis se sentía culpable por forzar esto, pero no quería que el rencor creciera en su cachorrito y quería que alexander tuviera una mejor relación de la que nate tuvo con jake. —entiendo si no quieres verlo hoy.

—no te preocupes, mamá. —el alfa suspiró. —e-estaré bien.

louis le sonrió a nate.

—gracias, bebé. —louis dejó un beso en la frente de nate quien solo sonrió y se relajó con el dulce aroma a frambuesas del omega.

louis salió de la casa y se encontró a jake.

el alfa le sonrió coqueto al omega.

—hola, bonito. —el alfa se acercó para besar la mejilla de louis, pero este se alejó.

louis vio como el auto de harry estaba estacionándose frente a la casa de louis.

—hola, jake. —el omega saludo un poco incómodo. un silencio incómodo se creó entre ellos. —los chicos están emocionados por salir contigo, alexander quiere practicar para su próximo partido de lacrosse.

el alfa asintió.

—¿a donde irás tú? —el alfa preguntó curioso y vio como el omega veía hacia atrás de él, al voltear vio el costoso auto azul marino. —podríamos salir como familia.

el omega negó.

—iré con un amigo. —el omega se alejó lo más posible del alfa.

—¿una cita? —el veneno en la voz del alfa hizo al omega temblar de miedo.

—ese no es tu asunto.

—es mi asunto porque soy tu alfa.

—¡no soy tu omega! —el omega susurro, no haría un drama cuando sus hijos estaban en la misma casa.