blended family

nine

—no entiendo porque tenemos que ir con ese idiota.

—¡nate! —louis lo vio mal. —sabes que no me gusta que le digas así.

—perdón, mamá. —el alfa lo vio serio. —no entiendo porque tenemos que ir harold.

—se llama harry. —louis dijo. —¡además será divertido! irán de excursión, podrán acampar, prender una fogata y asar malvaviscos.

nate rodó los ojos.

alexander entró a la habitación con la grande maleta en sus brazos.

—creo que harry es agradable.

nate lo vio serio.

—es un alfa.

—nosotros también somos alfas, nate. —alexander dijo en voz baja. —no porque sea un alfa significa que sea malo.

nate suspiró cansado y asintió.

minutos después louis estaba en la puerta alistando a sus cachorros.

le puso un gorro negro a nate y ajustó su bufanda porque el día era frío.

—serás amable con harry. —louis sentenció.

—siempre soy amable.

—claro. —dijo louis sarcástico. —él intenta tener una buena relación con ustedes, por favor esfuérzate porque yo quiero mucho a harry.

—¿lo amas?

louis se quedó en silencio sintiendo sus labios querer soltar una afirmación inmediata, pero su cerebro lo detuvo por miedo.

—por favor se amable con él.

nate asintió.

—esta bien.

los golpes en la puerta hicieron al omega sonreír emocionado y al abrir la puerta su sonrisa cayó.

jake estaba en la puerta con cajas de regalos en sus manos.

—jake.

—hola, lou. —el alfa sonrió. —le traje regalos a los chicos.

nate vio molesto a su padre y se acercó.

—hola, jake.

—hijo. —sonrió jake. —te traje ese nuevo celular que querías. —el alfa le entregó la cajita al alfa.

alexander llegó a la puerta batallando con su maleta.

—hola, campeón. —jake saludó a su hijo y vio extraño la maleta. —te traje un nuevo palo para lacrosse.

alex sonrió forzado.

—gracias, papá.

louis vio a alex.

sabía que alex quería dejar lacrosse, pero jake era muy insistente en este, quería que su hijo fuera fuerte e increíblemente bueno en deportes.

jake volteo con louis.

—ten. —le extendió una caja de gamuza color negro. —espero te guste.

louis abrió la cajita viendo un hermoso collar brillante con una serie de pequeños diamantes, era como una gargantilla, pero con hilos que tenían pequeños diamantes que en la punta tenían un tono azulado.

—combinan con tus ojos. —susurró el alfa.

—no puedo aceptarlo, jake. —louis cerró la cajita y se la entregó a jake.

—tengo una cena importante en unos meses, lo necesitarás, querido.

nate gruñó bajo.

—no.