thirteen

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louis nunca fue un gran fanático de la vida fuera de la ciudad.

era un gran conductor que sabía lidiar con el desastre de la ciudad, tenía habilidades sociales para estar en restaurantes caros o cenas importantes, y además adoraba el no tener que buscar leña a las siete de la mañana para poder calentar la casa.

fueron días muy buenos con harry, los chicos, riley y carol.

la navidad fue especialmente adorable, con un harry siendo dulce con él y pasando la noche abrazados.

a louis le encantaba la idea de tener a harry en su vida y le gustaba como empezaba a formarse un vínculo de respeto entre sus cachorros.

nate y alexander se llevaron bien con jamie que al principio los evitaba por nervios.

milly siempre fue la favorita de la casa, la pequeña omega disfrutaba de tener la atención de todos.

justo ahora las vacaciones de invierno habían terminado y el omega había regresado a su trabajo.

louis daba clases en una escuela privada, era maestro de primaria, hablando más específico era el maestro de primer grado.

sus alumnos lo adoraban y los padres lo respetaban.

tiene que aceptar que varios padres llegaban a coquetearle, pero nunca llegaron a faltarle el respeto o ser tan insistente.

eso hasta que conoció a la señora smith, amber smith llegaba a ser demasiado insistente, no era irrespetuosa, pero a veces llegaba a ser demasiado para la usualmente interminable paciencia de louis.

—hola, lou. —la alfa se acercó al escritorio del profesor y mostró una gran sonrisa, en sus manos tenía unos panecillos en una canasta. —te traje panecillos. —sonrió aún más y los acercó al omega que le ofreció una sonrisa un poco forzada.

era la décima cuarta vez que le regalaba panecillos en todo el semestre y el omega solo siente vergüenza al no saber cómo decirle que no le diera más regalos.

a veces llegaba con flores, perfumes, velas o comida.

al omega le parecía un gesto tierno, pero dejó de serlo cuando louis le dijo que no podía aceptar más regalos y la alfa reaccionó renuente y terminó diciéndole sus sentimientos de forma dramática.

el omega la rechazó amablemente, pero esta se rehusaba a entender un "no".

louis sonrió forzado y negó con la cabeza.

—no puedo tomarlos, señora smith. —dijo con su voz suave, la alfa pelirroja negó y rió débilmente.

—claro que puedes, lou, —rió. —solo es un pequeño regalo, además declan estaba emocionado mientras los hacíamos.

louis hizo una mueca pequeña al ver al pequeño omega en su banco con su mochila azul cielo en el suelo.

el omega hizo una mueca al ver la mano de la alfa.

un anillo.

ella seguía casada claramente.

—no quiero los panecillos, señora smith.

la alfa hizo una mueca, pero en segundos volvió a verlo a los ojos.

—¿cuando me dejarás llevarte a una cita?

louis negó.

—tengo alfa y usted una omega, por favor no insista. —el omega susurro molesto.

—louis, nadie se tiene que enterar. —la alfa susurró y el omega se quedó perplejo.

blended familyWhere stories live. Discover now