pregnancy diary.

Chapter five

"Querido Diario:
 
Hey, ha pasado un poco de tiempo. No lo creerás pero estoy en mi segundo trimestre, el primero se pasó más rápido de lo que pensaba pero wow, ya estoy a punto de entrar al quinto mes y ¡Sabré el género de mi bebé!

Bien. Te contaré todo lo que ocurrió estos tres meses. Por suerte no me atacaron por ahora las náuseas y o los cambios de humor, aunque creo que HeeSeung está muy acostumbrado a mis cambios de humor naturales, es como si estuviera siempre embarazado o con la regla, no sé cómo me soporta pero se lo agradezco.

Creo que vomité una sola vez pero era porque había comido algo vencido, soy un estúpido, no me lo recuerdes. Pero después de aquello todo va sobre ruedas.

Recuerdo que hace unos meses estaba muy asustado con todo, pero por suerte esos pensamientos negativos se fueron, quiero a este bebé, con mi vida entera. Lo quiero, lo necesito en mis brazos y verlo ser feliz porque será mi nueva felicidad junto a Hee.

Por suerte pude parar su impulso de comprar todo lo de bebé que viera y ahora él también está mucho más tranquilo.

Lo único que debería quejarme es que voy seguido al baño y me rompe mis maratones de Marvel los fines de semana, eso sí es un asco pero es un sacrificio que voy a aceptar.

Hee me dijo que no puedo ponerle a nuestro bebé T'Challa, no le hablé por una hora pero después no pude despegarme de este hombre mientras comíamos en la cama y veíamos por... Perdí la cuenta pero veíamos de nuevo Black Panter, poco a poco Hee va recordando los diálogos.

Lamentablemente ya no podemos recrear las escenas, pero me dijo que haríamos la del Rey León, no sé hasta qué punto sea bueno pero acepté.

Bien, también me hice la ecografía y nuestro bebé pasó de ser un frijol a un pequeño bebé paloma, según Jake, por el tamaño. Sigo pensando que tiene serios problemas zoofilicos; una vez me dijo que parecía sexy como una lombriz. Está loco.

Mis amigos y mi familia están muy contentos y orgullosos de todos, pero Hee es el más obvio aunque intenté disimularlo. No el mal sentido, es extremadamente feliz en hablar con todos en su trabajo que yo, su "precioso esposo", estoy cagando con su semilla, no me puedo creer que siga usando esa metáfora pero okay, sí él es feliz, no soy quién para negarlo.

Me hice una ecografía hace poco, el bebé es tan sano que me llena de orgullo saber que estoy haciendo las cosas bien, me dijeron que en los próximos meses va a moverse, creo que es el momento que más espero actualmente, sin contar obviamente su nacimiento.

Supongo que te escribiré cuando pasen novedades. Realmente hoy me he inspirado escribiendo, son casi dos hojas.

Te escribo luego.

Adiós Diario."

JungWon tomó los colores y empezó a hacer pequeños dibujos, hizo un pequeña semilla y al lado una paloma comiéndola, o eso intentaba recrear en el dibujo que tenía en su celular y estaba copiando.

También pintó varios banderines por la parte superior de las páginas, de color rosa y azul, con pequeños signos de preguntas refiriéndose al sexo de su hijo.

Pegó la foto de la ecografía y una que Hee había sacado de los dos juntos, comiendo helado con Civil War de fondo. Para muchos sería una tontería pero esos momentos y detalles es lo que lo enamoraban cada vez más de Hee y su forma de consentirlo y cuidarlo.

Terminó de decorar todo y cerró el diario para ponerlo en su cajón de ropa interior. Vio a su cama y pudo ver a su esposo tomando una siesta abrazando la almohada.

De repente, una ganas inmensas de que Hee lo abrazara le surgieron. Caminó despacio luego de guardar todo y se acostó a su lado. Poco a poco iba sacando la almohada de entre los brazos de HeeSeung intentando no despertarlo.

Fracasó.

El mayor abrió los ojos un poco perdido y lo primero que vio era a JungWon sonrojado con la almohada entre los brazos. Una pequeña risa salió de su boca y rodeó la cintura de su pequeño haciendo cucharita.

Puso las manos en el vientre de JungWon, debajo de toda su ropa, haciendo suaves masajes con sus manos cálidas, transmitiéndole ese calor a JungWon, quién cerró los ojos para tomar una siesta con su esposo.

Sí, HeeSeung era un maldito dulce, pero así lo amaba.

Confiaba en que su hijo iba a tener al padre más amoroso del mundo.