𝟹, 𝟸, 𝟷... ¡𝙲𝚘𝚛𝚝𝚎!

Capítulo 21

Volkov veía a su novio correr de un lado para otro, secando su cresta con la toalla luego de darse el baño más rápido de su vida. Intentó detenerlo un par de veces para tranquilizarlo, fallando en cada uno de esos intentos. 

—Horacio… — Le llamó cuando pasó por su lado solo vistiendo sus prendas inferiores, más fue totalmente ignorado.

—¿Dónde coño está mi remera? — Se hablaba a sí mismo, desordenando por completo su closet frente a los ojos del ruso.

Mirando a su lado Volkov encontró una de las tantas playeras del menor, tomándola y estirándosela. —¿Esta? 

Horacio se giró y sonrió. —Esa misma, gracias. — Tomó la prenda de ropa y depositó un casto beso sobre los labios de su pareja, dejándolo bastante atontado y con una sonrisa en los labios que no le duró mucho más al sentir la mano del moreno tomando la suya y levantándolo de la cama. —¡Vamos, vamos! — Le apuró Horacio, casi arrastrándolo fuera de aquel lugar, cogiendo las llaves del auto y de la casa de camino a la salida. 

—¡Horacio, tranquilo! — Con un suave tirón le hizo detenerse. —Calma, ¿sí? llegaremos… ¿A qué hora era? 

—Diez y media… 

Si… eran ya casi las doce y Viktor lo sabía. —Vamos, vamos. — El mayor se posicionó delante, comenzando ambos a correr por las calles en busca del Chevrolet Corvette que pertenecía a los dos hermanos. 

Apenas el automóvil fue encontrado, se subieron a éste, conduciendo con rapidez hasta la ubicación donde se debían encontrar con Gustabo y los fotógrafos, aunque poco esperaban también encontrarse con Jack al llegar allí, hablando con bastante tranquilidad con el rubio, como si hubiera sido invitado a presenciar aquella sesión de fotos.

—Si que se han tardado desayunando, ¿eh? — Sonrió burlón el de cabellos negros.

—Han… tardado en traernos la cuenta. — Se excusó Viktor, sonando bastante convincente. 

—Eso ya no importa, si no entramos ahora, nos quedaremos sin sesión. Vamos. — Aquello había sido todo lo que Gustabo dijo antes de tomar la mano de su hermano y dirigirse puertas adentro para comenzar aquello que habían agendado hace un mes.

Ambos mayores los siguieron desde lejos, no compartiendo muchas palabras, pues el nerviosismo de Viktor de que su amigo descubriera aquello que habían estado intentando ocultar con Horacio, iba en aumento. Pero su silencio estaba comenzando a jugarle en contra.

—Andas muy callado, ruso… ¿algo que ocultar? — Conway lo miraba de soslayo, intentando distinguir algún movimiento o expresión fuera de lo común en su amigo.

—En lo absoluto. — Respuesta concisa y al punto, casi y se comenzaría a felicitar mentalmente. —No sé porqué crees que estoy ocultando algo.

—¿Tal vez porque normalmente me contestas con discursos de dos horas y hasta ahora solo me has dicho un jodido "en lo absoluto"?

Viktor comenzaba a sentirse culpable de estar escondiendo su relación con Horacio de su amigo. Jack le había apoyado -y molestado- aún cuando realmente no sabía lo que sentía por él… pero lamentablemente la decisión de ocultar lo que tenían, no era solamente suya y nada podía hacer al respecto.
"Realmente no pasa nada…" se dignó en responder para llenar el silencio que él mismo había formado con las idas y vueltas de su cabeza. Al parecer Conway aceptó aquello, o eso parecía, pues no volvió a tocar el tema y ambos continuaron su caminata hasta el pequeño set donde Gustabo y Horacio ya estaban cambiados y preparados.

La vista del ruso era difícil de apartar de cada una de las poses que su novio hacía. Cada prenda de ropa que modelaba le quedaba endemoniadamente perfecta y bien se veía que el moreno lo sabía, llenándose de aires de confianza y seguridad.