La historia de "AYS Company" se sumerge en un torbellino de codicia, traición y misterio en la ciudad de San Francisco. Tras la trágica muerte de los fundadores, Elay Fleming hereda la empresa, solo para descubrir que suceden cosas oscuras detrás de...
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Los comunicados por cada uno de las entregas de los camiones rondaban los ocho punto dos billones de dólares. Al menos con eso podría comezar una relación un poco más amistosa con los acreedores de la compañía y las entidades gubernamentales.
Aunque la fiscal del distrito de San Francisco parecía tener una necesidad incesante por causar en AYS Company un gran golpe y ella averiguaría exactamente lo que sus colegas le ocultaban sobre el caso de la familia Fleming.
La fiscal, buscó en cada expediente y archivos en papel pero no fue capaz de hallar nada en aquel lugar. Sin enbargo, tenía una posiblidad, su credencial de acceso a las investigaciones del FBI.
Pero ella debía tener en cuenta que nadie quería perder y no iban a permitir que fuera un estorbo. De hecho Austin Bramson, firmó en la propuesta de Elay Fleming ser uno de los mayores accionistas de la compañía.
Y con los nuevos movimientos su familia tendría más entrada de dinero aunque no le faltara, pero todo lo había hecho por Elay para que tuviese un respaldo mucho más fuerte y así quién intentara sacarlo del medio, también se metería con la familia de Austin.
El reportaje con la prensa estaba casi lista. En el auditorio de la compañía se encontraban todos los periódicos más importantes del país. The Wall Street, The New York Times, USA Today, Los Angeles Times y Fox News.
El protocolo de seguridad era sumamente estricto, pero a su vez las condiciones con servicio de catering y champagne era un lujo para los invitados. En el encuentro también estaban periodistas de otros países y nacionalidades diversas, teniendo en cuenta que AYS COMPANY era a nivel mundial.
Douglas y André mejores amigos de Elay daban las indicaciones al servicio de recepción que atendiera de la mejor manera a todos los presentes, incluso a aquellos que venían esperando encontrar algo incorrecto. Pero no esperaban que todos los accionistas fueran tan astutos para blanquear los negocios ocultos.
Finalmente Austin esperaba fuera del baño de varones a que Elay saliera de una vez por todas en cuando haberse alistado. Pero a ver que no salía entró él al sitio y se llevó un gran susto.
Al entrar Elay tapó con sus manos la boca de Austin, lo que quería darle era una sorpresa. Allí habían velas aromáticas y globos rojos con formas de corazón. Y por supuesto Elay se veía sumamente apuesto con un traje azulado marino de color brilloso, unos zapatos puntiagudos de color oscuros y un peinado muy delicado.
—¿Qué es todo esto Elay?—preguntaba Austin sin entender completamente nada.
—Pues pienso pedirte que seas mí novio.—espetó Elay Fleming.
—Pero que dices.—enunció Austin sonriendo.
—En serio quiero pedirte que seas mí novio.—dijo Elay sacando dos anillos dotados con las iniciales de ambos.
—Wow, no me lo puedo creer.—expresaba Austin con seriedad.—Pero debo decirte que no, no puedo aceptar.
—¿Y por qué no?—preguntó Elay mientras tomaba las manos del chico que tenía enfrente suyo.
