Unidos de nuevo [All x Takemichi] [Tokio Revengers] [Omegaverse]

☀ | 027. | ☀

Yendo a otro lado de la ciudad, a una estación de policía, Naoto Tachibana estaba haciendo su trabajo como uno de los agentes más importantes del lugar, aunque claro, ese no era su verdadero trabajo, él era en realidad un agente infiltrado de Brahma.

Era un Alfa respetado, pero que trabajaba para los mafiosos, no por nada su cuñada era líder de Brahma, en parte le encantaba la adrenalina de ser espía, pero al mismo tiempo repudiaba a su padre, que siempre le presumía a sus colegas sobre su talentoso hijo.

Esperaba con ansias el día que viera que era un espía, o recibir ordenes de eliminarlo, con cualquiera era feliz sin duda.

???: -quita esa puta cara de genocida, estamos en el trabajo- dijo alguien a su lado, sacándolo en su imaginación de eliminar a su padre

Naoto miro a su lado, encontrándose con su compañera de trabajo y espionaje, Urasaki Watanabe, tenia un estilo de peinado muy parecido al de Chifuyu, solo que era entre lo castaño y negro, ojos entre el verde y la miel, alta, casi 1,89, y eso que anda sin tacones, contextura delgada y rellenita en algunas partes, buenos pechos y trasero, un arete en la oreja derecha como el de Smiley, una mujer Alfa, que como él trabajaba de espía para la mafia de Senju.

(Personaje de Urasaki Watanabe por Urasaki_Todoroki, gracias mi vida)

Lo bueno es que estaban solos, así que nadie escucho lo que dijo la mujer.

Naoto: -deja que siga soñando con matar a mi padre unos 5 minutos más- dijo, de verdad quería volver a esa fantasía

Urasaki: -ni se te ocurra pendejo, que luego tu fachada de buen policía se va cuando te vean con esa cara de asesino que tenias- le regaño

Hubieran seguido hablando si no fuera porque vieron a varios policías correr, Naoto interesado detuvo a uno.

Naoto: -¿Que es lo que pasa?- quiso saber

Policía: -no lo se bien, pero tal parece que hay un camión de dulces conduciendo a alta velocidad por la carretera principal, estan llamando a las unidades para detenerlo-

Urasaki y Naoto: -¿Que?- dijeron sorprendidos sin poder creer lo que escucharon

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Los niños y Cony se encontraban en el camión perseguidos por la policías, con el conductor de la limosina de Cony amarado al asiento del copiloto, cabe aclarar que el pobre se desmayo del miedo, mientras la mujer estaba de lo más feliz conduciendo, con los niños comiendo dulces en el camión.