Capítulo 12

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𝐀𝐭𝐫𝐚𝐩𝐚𝐝𝐨𝐬

Newt Pov's.

Me puse el chaleco con dos dagas al pecho junto con el machete que me coloqué en la espalda. Cogí el reloj junto con las zapatillas y salí de la Sala de mapas.

En las puertas me encontré con todos los corredores. Vi como Derek se me acercó. La verdad es que hoy no quería ir con nadie, quería estar solo.

Newt: ¿te importa si voy solo? No es por nada, solo que hoy prefiero estar solo -le dije, intentando sonar amable.

Este me miró confundido.

Derek: Newt, sabes que tenemos que ir acompañados -me dijo, yo rodé los ojos ante eso.

Newt: yo soy el guardián -le dije serio-, yo decido si quiero ir solo o quiero ir acompañado -el chico solo apretó los labios.

Derek: esta bien -dijo, para después soltar un suspiro-, suerte -empezó a caminar en dirección al grupo.

Suspiré y caminé hacia la entrada del laberinto. Antes de entrar me giré, viendo como Minho se dirigía hacia el hoyo para sacar a ______.

Rápidamente entré al laberinto.

Empecé a correr por varios minutos.

Comencé a memorizar cada pasillo por el que pasaba, procurando no perderme, ya que sería muy fácil cuando vas solo.

Nunca me gustó el laberinto. Esconde muchas cosas que debemos saber pero que nunca nos darán respuesta.

Llevo mucho tiempo en este lugar, y aun no se ni como sigo aquí. Han pasado casi 4 años y sigo aquí. Todos seguimos aquí. Sin poder salir.

Seguí corriendo por horas.

De repente escuché un grito haciendo eco por todo el laberinto. Fruncí el ceño y deje de correr, mirando en todos los lados.

El grito se volvió a escuchar. Corrí en dirección de donde creía que venía el grito.

Este se volvió a escuchar, ahora un poco más fuerte. Aumenté el ritmo, intentando ir un poco más rápido.

Giré un pasillo.

Paré de correr rápidamente cuando vi un lacerador en ese mismo pasillo, y me escondí lo más rápido que pude. Mi corazón comenzó a latir fuertemente contra mi pecho.

Nunca había visto ningún lacerador por la mañana. Y creo que la gente que los ha visto por la noche no han venido a contarnos como eran.

Mi respiración se hizo irregular, las manos me temblaban. El verlo ahí, pensando que ese bicho en cualquier momento me podía ver, me aterrorizaba.

Di unos pasos lentos en la dirección contraria, intentando ir lo más silencioso posible. Cuando vi que ya estaba un poco alejado empecé a correr con todas mis fuerzas.

Escuché un chillido muy agudo por todo el laberinto, y sabía perfectamente que ese sonido no era de ninguna persona.

Entré en pánico cuando escuché unos pasos resonando por el suelo, yendo a gran velocidad.

Locked In The AreaWhere stories live. Discover now