Capítulo 23

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ᴛᴇʀᴇsᴀ

______ Pov's.

Empecé a mover poco a poco las manos, notando que no podía por las cadenas que tenía.

Abrí los ojos, mirando hacia todos los lados, viendo que aún seguía en aquella sala.

Volví a intentar liberarme de las cadenas.

Hasta que escuché como la puerta se abría. No vi muy bien quién entró. Hasta que pude escuchar su voz.

Thomas: ¡______! —corrió hacia mi—, ¿qué te hizo?! —apreté los ojos, intentando aclarar mi vista— ¿los moratones que tienes en la cara fueron por el?! —preguntó, en un tono fuerte.

Yo no podía contestar nada, todo me daba vueltas, me dolía mucho la cabeza.

Thomas: ¡Hey! ¿Qué más te hizo?! —cerré los ojos por el dolor ante sus gritos.

Empecé a cerrar los ojos, e inmediatamente noté como Thomas me agarraba de las mejillas, intentando que los mantuviera abiertos.

Escuché como la puerta se volvía a abrir.

Thomas: ¡Ayúdame! —su voz hizo eco en mi cabeza, como una onda pasando por todo mi cuerpo.

Noté unos pasos acelerados, y después unas manos posándose en las mías, apretándolas suavemente.

Su tacto hizo que abriera los ojos inmediatamente.

Teresa: ¿Qué le pasó? ¿Fue Janson? —preguntó rápidamente, girándose a ver a Thomas.

El asintió, sin mirarla.

Mi hermana se levantó rápidamente, empezando a andar a paso rápido hacia unos ordenadores.

Teresa: vale, a ver, avisaré a los enfermeros y hablaré con Ava —dijo, y noté como empezaba a teclear.

El pelinegro se levantó.

Thomas: ¡No hay tiempo! ¿No ves en que estado está? —le dijo, y Teresa se acercó.

Empezó a revisarme.

Teresa: tiene hematomas y moretones por la cara y los brazos —dijo, y me levantó el suéter— también por el pecho y el abdomen.

Después de decir eso se acercó rápidamente a una mesa y empezó desordenar todo, buscando algo.

Thomas empezó a andar alterado por toda la Sala.

Thomas: lo mato, te juro que lo mato —dijo, más para el mismo que para nosotras.

Teresa: aquí está —dijo, agarrando algo que no pude ver.

Se acercó corriendo y se arrodilló.

Thomas también se acercó.

Teresa: bien, esto te va a doler un poco, ¿si? tu solo.. aprieta mi mano con fuerza —me dijo, para después agarrar mi mano.

Segundos después sentí un gran pinchazo en mi brazo. Cerré los ojos fuertemente. Apreté la mano de Teresa, pero ella no pareció quejarse.

Thomas: ¿Qué hiciste? —le preguntó.

Locked In The AreaWhere stories live. Discover now