Capítulo 19

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Volteando su mirada se encontró con la mirada impactada y confusa de su Parabatai y borrando su sonrisa haciendo una fingida expresión de sorpresa y desconcierto se encogió de hombros dando a entender que no sabía tampoco porque el brujo había dicho tal cosa.

Magnus se alejó de los hermanos Lightwood yendo hacia Clary.

—Ven conmigo —pidió Magnus a su lado caminando sin detenerse un poco. Clary se apresuró a seguirlo. Los tacones ya le estaban matando un poco pero no era el momento para quejarse.

Magnus camino por un pequeño pasillo deteniéndose en unas puertas rojas con un diseño y confusas líneas color negro. Movió sus manos un poco creando de nuevo una pequeña niebla que fue hacia las cerraduras de la puerta las cuales dieron un pequeño clic. Magnus coloco sus manos en la puerta y empujó. Abriendo las puertas en su totalidad.

Era un cuarto simple y vacío, las paredes incluso eran de un simple color café claro con toques oscuros. No había nada relevante en él. Clary pensó en dos posibilidades: uno, Magnus quería hablar de nuevo de que se quedara con él y que esa podría ser su habitación, o dos, la cual creía que sería la más acertada, era que ese sería el lugar en donde seria invocado el demonio.

—Todo el mundo quiere la copa mortal. No confíes en nadie, mucho menos en la clave. Son engañosos y están dispuestos a sacrificarte si es necesario para conseguir lo que quieren.

—¿Y porque debería confiar en ti?

—No te lo estoy pidiendo y no deberías. Tan solo deberías confiar en ti misma y solo en ti.

Magnus con un pequeño chasquido de dedos creando un destello azul, era como si sus dedos fueran dos piedras que, al juntarlas con fuerza, botaran de ellas chispas para prender una fogata. Clary sintió de un momento a otro una bolsa de cuero en sus manos, con curiosidad la abrió viendo en su interior tizas de colores. Los ojos de Clary se abrieron y un brillo de admiración resplandeció en ellos.

—Estas tizas son hermosas —susurro con una pequeña sonrisa siendo incapaz de quitar su vista de ellas—. ¿Porque... me las estas dando?

—Si alguien quiere recuperar sus recuerdos debe dibujar un pentagrama para invocar al demonio —declaro pasándole una pequeña hoja con el dibujo del pentagrama, no era un dibujo simple para cualquiera, pero para Clary, era solo un sencillo dibujo. Clary miro el pentagrama y después a las tizas. Estaba deseosa por utilizarlas y ver como era su pigmentación. Incluso estaba pensando en una forma de preguntarle a Magnus si podía quedarse con ellas o en su defecto cuando le cobraría por ellas.

—Puedo guiarte paso a paso si quieres —sugirió con diversión Magnus por la mirada impaciente y destellante que tenía Clary por usar las tizas.

Clary lo miro con agradecimiento.

—No te preocupes, yo me encargo —dijo con rapidez, regresando la mirada a las tizas debatiendo en cual debería usar primero.

—Shadowhunter —llamo Magnus sobresaltando un poco a Clary—. Prepara a Clary lo mejor que puedas. —dijo caminando hacia la salida chocando su hombro con el de Jace.

—El demonio de la memoria es un demonio mayor. La runa será más poderosa que has enfrentado hasta ahora.

Clary apretó sus labios con fuerza. Si Jace decía eso con el tono y mirada preocupada queda claro que la nueva runa que tendría en su cuerpo, la haría gritar sin duda. Las runas anteriores habían sido dolorosas, menos la primera que fue colocada en su cuerpo estando inconsciente.

— Hazlo —dijo con determinación, quitándose la chaqueta dejando sus brazos expuestos.

Jace sin decir nada saco su estela, pero antes de colocarla en el cuerpo de Clary la mano de Alec lo detuvo.

MERCY (Libro 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora