si todo hubiera sido diferente pt 3

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Espero les guste.

Emma

- Ven rápido - apuro a Leonardo, mi médico.

- Ya estoy llegando molestosa, recuerdas que el camino es pura nieve no? - ruedo los ojos divertida, el se a vuelto un amigo incondicional a parte de ser el encargado de llevar mi embarazo.

Es igual de importante para mi como lo es tyler y Deat con los que hablo la mayoría del tiempo, son los únicos del mundo exterior que saben de mi estado, sonará egoísta pero nunca e preguntado por mi familia, no porque no los ame simplemente no deseo escuchar malas noticias, son lo último que necesito.

El día de hoy me levante de buen ánimo, más bien los últimos días, estoy cumpliendo cinco meses de embarazo, acaso podría estar más feliz?

La situación con el Ruso es complicada, me ignora la mayoría del tiempo encerrandose en ese maldito estudio aunque todos los días pasa a tocar a su hija, por lo menos esta para ella.

Intento pedirle disculpa cada vez que lo veo pero de mi boca simplemente nos sale nada, hace unos días viajo a Groenlandia lugar donde se fabrican sus armas por lo que me contaron los boyevickis encargados de mi cuidado.

Escucho el portón de la mini mansión en la que vivo mi vida de prisionera así que me levanto de la cama en donde estaba hechada como vaca.

Salgo bajando con prisa a resivir a mi doctor que sale de su auto vestido con su uniforme, ya me había dicho que venía de una cirugía por lo que no me sorprendo.

Saca su equipo cerrando el carro, me mira y sonríe de inmediato logrando que los huequitos aparezcan en sus mejillas.

- Pero miren si es mi doctor favorito - bromeo poniendo las manos en mi cintura.

- Pero miren si es mi paciente favorita y más guapa - camina hacia mi que abro los brazos para darle un gran abrazo.

Llega a mi y justo cuando estoy por envolverlo se agacha abrazando mi abultado estomago.

- Si, esa eres tú pequeña Amelie - Deja un beso volviéndose a enderezar.

- Eres tonto - lo empujó levemente, recoge el equipo abrazándome de todas formas.

- Y, que tal todo - entramos a la casa subiendo a mi habitación.

- Lo normal, con mareos y asco en una que otra ocasión - le cuento todo subiendo las escaleras.

Le digo que entre en lo que yo llamo al padre de mi hija, supongo que querrá estar presente.

Llegó a la puerta custodiada por dos orangutanes, se apartan dándome espacio para golpear.

- Entra - paso al despacho encontrandolo en la ventana, me muevo incomoda cuando caigo en cuenta que aquella ventana tiene vista a la puerta principal así que seguramente vio llegar al doctor.

- Quieres venir a ver a tu hija? - pregunto mirando a la nada.

Siento como me inspecciona pero me hago la tonta mirando los estantes de los libros, se acerca y trago disimuladamente.

- Quién es ese? - paso mi peso a una pierna mirándolo, esta con el ceño fruncido y contento no se ve.

- Es el médico - respondo encogiendome de hombros.

Me giro dispuesta a salir, problema suyo si viene o no, no me pienso amargar el día.

Siento sus pasos detrás de mi, entro a la habitación en donde ya se encuentra todo listo.

- Boss buenas tardes - saluda Leonardo al animal que cierra la puerta, asiente en modo de saludo reparandolo de pies a cabeza.

El ambiente se puso tenso e incomodo por lo que prefiero recostarme alzando la blusa, Ilenko se mantiene a una distancia prudente.

Mi Hermosa BrujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora