Capítulo 33 "Heridas"

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Comentario de la escritora: Perdón por haberme ausentado tanto tiempo, se que ninguna es razón para no subir capitulo, en fin, lo siento. Pero subiré mas seguido, gracias por apoyar tanto la novela, en serio, de todo corazón. Es lindo saber que lo que hace uno, le puede llegar a gustar a otras personas. Florencia B.

Capítulo 33 "Heridas"

Golpee la puerta de la habitación de Willy, después de pelear un largo rato con Vegetta, logre que se quedara en su habitación para poder charlar tranquilos.

Nadie contesto.

Volví a intentar.

Nada.

Entre a la habitación muy despacio.

Era un desastre. Toda la ropa tirada, la cama y las sabanas por cualquier lado, muchas de las cosas estaban rotas.

Pude ver a Willy sentado en la punta de la cama, de espaldas a la puerta.

- ¿Willy?- Susurré — Soy Abby...-

- Vete.-

Me sorprendió su respuesta, tenía la voz grave y ronca. Diría que daba un poco de miedo.

- ¿Podemos hablar? Necesito saber cómo te sientes...-

-No. No quiero hablar, vete.-

- ¿Si? Bueno, no me voy una mierda, me quedo aquí, hasta que decidas hablar conmigo.-

Entre del todo y cerré la puerta tras de mí.

Se levantó de la cama, y luego de un segundo se dio vuelta.

Creo que nunca había visto esta etapa de Willy, tenía el pelo bastante largo, la barba desalineada, los ojos hinchados de tanto llorar.

Baje la vista y me detuve en sus manos.

Por dios.

Estaban al rojo vivo, sus nudillos, prácticamente sin piel, y aun con manchas de sangre.

Me acerque rápidamente a él.

- ¿Qué has hecho?- Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

- Le estuve pegando a la pared. No lo entenderías...- Susurro.

Dude unos segundo, pero me decidí.

Me arremangue la polera que llevaba y le mostré mis cicatrices.

-Abby...- Se quedó con la boca abierta.

- Si te entiendo.-

Me dio un fuerte abrazo, que hasta dolía.

Nos separamos.

- Estoy destruido Abby... Cada día se me hace más pesado, más insoportable, odio todo lo que me hacía recordarla, odio su enfermedad y odio a la muerte, por haberme separado del amor de mi vida.-

- Willy...- Seque las lágrimas que corrían de sus ojos, sin darme cuenta, que yo estaba llorando igual que él.

-Me dejo sin nada Abby, me siento totalmente solo-

- Pero no lo estas Willy, tienes a tu familia, a Vegetta, a mí-

- Nada de eso me importa si no tengo a Sofía... Hice mi mayor esfuerzo por seguir adelante, te lo juro, pero simplemente no puedo, no me dan las energías para sentarme y hacer un video, no puedo reírme, porque me han quitado mi sonrisa, no puedo vivir, si me quitaron la razón por la que respiraba. ¿Cómo? ¿Cómo sigues adelante después de que te arrebataron de las manos lo que más querías en el mundo? Lo más hermoso y tierno que conocí, me lo sacaron, sin preguntarme. Me dejo sin ganas de vivir...-

- A ella le gustaría que sigas con YouTube, con tu vida...-

- Me aterra saber que ya no la voy a sentir más, que no la voy a poder tocar, la necesito y la extraño demasiado... ¿TIENES IDEA LO HORRIBLE QUE ES LEVANTARSE TODAS LAS MAÑANA CREYENDO QUE VOY A RECIBIR UN MENSAJE SUYO? —

Se cayó unos segundos, con una expresión de dolor indescriptible, como si le estuvieran clavando un puñal.

- Hay segundos, instantes mínimos, en donde olvido que murió, y quiero ir a su departamento a besarla, a decirle buen día, o simplemente a tomar el té. Pero luego recuerdo... Y el dolor de ese momento Abby, no te lo podría explicar con palabras...

- ¿Hubieras preferido no conocerla?-

- Jamás... El dolor que siento ahora es lo peor que me sucedió en mi vida, pero el amor que me hizo sentir tu hermana, su alegría, su luz, me cambio la vida, me hizo conocer lo que es estar enamorado y amar de verdad. Supera cualquier cosa, incluso a la muerte.

Volví a abrazarlo.

- Debes volver Willy... Hazlo por ella.-

Suspiró.

- Pero me duele tanto...-

- Lo sé, pero tienes que respetar su decisión, debes seguir con tu vida Willy, por favor. Los dos, se lo debemos...-

Nos quedamos unos segundos en silencio.

- Lo haré- Respondió —Por ella... Y por ti pequeñaja- Me sonrió.

- Ahora ve a darte un baño y arréglate que tienes que grabar unos cuantos videos.-

Salí de su habitación, me pare detrás de la puerta y suspire profundamente.

En vez de entrar a la habitación de Samuel, decidí bajar al departamento. Sé que no estaba preparada del todo, pero nunca lo estaría, y algún día debía hacerlo.

Baje en el ascensor. Las puertas se abrieron.

Todo estaba cubierto con sábanas blancas, mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Maldita sea, ¿Quién coño me mando aquí?

Subí hasta la habitación de Sofí. Entre lentamente.

Estaba todo tal cual lo había dejado ella. Comencé a recorrer el lugar.

Todavía estaba su vaso vacío de agua que tomaba antes de dormir, los zapatos de taco alto junto a su cama. Siempre fue tan elegante.

Me senté en la cama.

Mire a mí alrededor.

¿Por qué tenías que irte Sofí?

Comencé a llorar, descontroladamente, hundí mi cara en las almohadas.

Luego de un rato, me levante, fui hasta mi antigua habitación, entre al baño, revolví entre las cosas y ahí estaban, mis cuchillas.

Tome una, me mire al espejo.

- Me odio tanto...- Apoye la cuchilla sobre mi muñeca.

- ¡ABBY!- Escuche detrás de mí, me asusto tanto, que hice un corte demasiado profundo a mi muñeca.

- Samuel... Perdón... Ya sé que te lo prometí... Pero no puedo...-

- Abby, te tengo que curar- Busco rápidamente unas gazas y algo para desinfectar, me había olvidado que tenía el título de auxiliar de enfermería.

- Perdón... - Susurre entre lágrimas. Me estaba empezando a faltar el aire.

- Mi amor, no dejas de sangrar, tengo que llevarte al hospital ya.

- No... No quiero...- Dije agitada.

- ¡JODER! TE ESTAS DESANGRANDO- Me tomo en sus brazos y fue lo último que sentí.

No diré "Te Amo" (Samuel De Luque)Where stories live. Discover now