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- ¿Nombre?

- Kim Jisoo, señor.

El oficial frente a ella tecleo la información dentro del formulario que era requisito en esos casos y tras darle un sorbo a su café quito la mirada de la pantalla del computador para mirarle.

- ¿Sabe que lo que diga aquí será usado para investigación policial?, si miente podría estar metiéndose en problemas señorita Kim.

- Lo sé oficial, de lo contrario no estaría aquí dispuesta a testificar.

- Muy bien - se hizo hacia atrás con la silla rodante y se colocó de pie acomodando en el proceso el cinturón de su pantalón - Por favor señorita Kim, acompáñeme a la sala de interrogatorios, allí tomaré su declaración.




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Era el día en que saldría con Namjoon, recordar el cómo era que habían llegado a acordar salir juntos le daba un poco de vergüenza, en sí podía decir que la idea había nacido de él, sin embargo, nunca pensó que este terminaría proponiéndole salir juntos. Eso fue una total sorpresa, una que le gusto.

Por un momento se sintió nuevamente como un chico de dieciséis años, lleno de mariposas en su estómago y esa sensación de vergüenza que le hacía querer esconder la cabeza como un avestruz en el suelo. La noche anterior había tenido una especie de pijamada con Taehyung, el menor había insistido en que debían tener ambos una rutina de skincare nocturna, y ya que Namjoon nunca quería hacerlo con él, su nuevo hyung favorito debía hacerlo en su lugar, ante la insistencia aceptó, en realidad fue entretenido pasar el rato con él, era la primera vez en mucho tiempo que no se preocupaba en que los productos que usara ayudaran específicamente a ocultar algún golpe en su rostro, solo se estaba aplicando mascarillas por diversión, y masajeando con ese extraño rodillo que Taehyung insistía que servía para adelgazar las mejillas. Estaba haciendo algo que dejo de disfrutar hace mucho tiempo y eso lo hacía sentir bien.

Fue refrescante, hablaron y rieron hasta la madrugada de temas sin mucho sentido, algunas teorías conspirativas que Taehyung juraba que eran ciertas y pequeñas anécdotas graciosas de un joven Namjoon que a Seokjin le causaba ternura oír, Jungkook no los acompañaba, estaba pasando la noche con Namjoon en su habitación y Seokjin no tenía por qué estar preocupado, su pequeño parecía estar siempre cómodo con él, incluso chillaba por su atención y se emocionaba cuando oía su voz, su niño estaba seguro con Namjoon, ambos lo estaban de hecho, así era como se sentía junto a él.

- Hyung, ¿Ya está listo?

- Solo un momento, Tae - dijo en un tono dulce y continúo peinándose.

- Le diré a Nam, esta que le hace un hueco a la sala - iba a cerrar la puerta de la habitación hasta que una caja sobre la cama le llamo la atención- ¿Qué es eso? - señalo con la boca.

- Oh, Namjoon lo dejo en la puerta temprano - la señaló - Había una nota en ella, decía que lo usara hoy.

- ¿Le compró ese atuendo para hoy? - lo miro de arriba abajo - Se le ve muy bien.

- Fue muy considerado de su parte.

- ¿Debería ir preparando el discurso para el día de su boda? - murmuró entrecerrando sus ojitos.

Pero Seokjin lo había escuchado y una sensación fea se hizo en su pecho. Taehyung no sabía aún toda la parte de su historia, que sus manos estaban manchadas y su conciencia pesaba por ello. Sabía por Namjoon que le había contado lo necesario y eso lo agradeció en su momento.

Sintió miedo solo de imaginar la reacción del chico cuando supiera lo que había pasado la noche que llegó a su casa. Quizás no lo vería de la misma forma e imaginarlo no le gustaba, Jisoo, su hermana, lo había tratado tan mal al teléfono, ¿Por qué Taehyung no haría lo mismo?

El día que Jungkook nació ♡ Namjin ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora