El día que Jungkook nació ♡ Namjin ♡

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Namjoon observó la puerta entreabierta de la habitación, después de colgar la llamada y una idea loca hizo protagonismo en su cabeza. Sabía que tenía que actuar rápido, si quería hacerlo, si quería escapar sin ser notado. En el pasillo, las voces de las enfermeras y el personal médico creaban un zumbido constante que se colaba por la abertura a la habitación. Con movimientos lentos y cuidadosos, retiró las sábanas que lo cubría y se incorporó, sintiendo el ligero tirón de la herida. Cada paso le recordaba su fragilidad, pero el pensamiento de Seokjin lo impulsaba hacia adelante. El deseo de encontrarlo era más grande que el dolor que pudiera sentir.

El suelo frío contra sus pies descalzos lo hizo estremecer, jalo de mala manera la intravenosa y demás cables que lo conectaban a los monitores médicos, dejándolos esparcidos en el suelo y acto seguido tomo la chaqueta de cuero que Hoseok había dejado en la silla y con algo de dificultad se la coloco. Dejo el celular en la mesa, no lo necesitaba, sabía a donde ir, solo reviso si las llaves del auto estaban en algún bolsillo.

- Por eso me caes tan bien - Sonrió tomando las llaves en su mano, con suerte podría pasar desapercibido. Siguió avanzando hacia la puerta. Cerró los ojos por un momento, esperando una señal de su intuición para seguir.

Con un suspiro silencioso, salió de la habitación luego de que dos enfermeras pasaran frente a su puerta y se deslizó por el pasillo, tratando de ser lo más cuidadoso y sigiloso posible, la combinación de su ropa de por sí ya era muy sospechosa, no podía arriesgarse a reabrir su herida y llamar la atención por la sangre. Namjoon llegó a la recepción del hospital después de evadir a muchas enfermeras y doctores, sabía que estaba arriesgando su propia salud, pero así mismo aquello no le importaba en ese momento. Miró a su alrededor, asegurándose de que no fuera visto, y luego se dirigió hacia la salida en busca del auto de Hoseok, quien inocentemente regresaba a la habitación listo para seguir con su conversación.

Hoseok parpadeó perplejo mirando que esta se encontraba vacía desde la puerta. Namjoon había desaparecido y no entendía en que momento había ocurrido. Paso una mano por su cabello desordenándolo por completo. Al entrar en la habitación pudo detallar mejor todos los cables sueltos y también de la falta de su chaqueta, solo estaba su celular. Maldijo por lo bajo.

- La próxima vez le dispararé yo, en la pierna, para que se esté quieto. - Busco en los bolsillos de su pantalón las llaves de su auto, si había tomado un taxi podría alcanzarlo y traerlo de regreso por las orejas, sí, eso haría, si tan solo no hubiese guardado las llaves en su chaqueta, la misma que Namjoon se había llevado - Kim Namjoon, ¡más te vale no rayar mi auto!

Salió corriendo para intentar detenerlo de alguna manera, llamo la atención de todos, pero no se detendría a dar explicación, ya ellos se darían cuenta de la ausencia de Nam. No estaba seguro de que tan lejos había podido llegar con su herida, conocía a su amigo lo suficiente para saber que una vez hubiese tomado una decisión no se detendría tan fácil.

Los pasos de Namjoon eran seguros y decididos mientras se alejaba del hospital y encontraba el auto. No iba a detenerse ante nada, ni siquiera por el dolor pulsante que lo molestaba.

Hoseok apareció en la entrada del hospital buscándolo entre las personas y autos, justo a tiempo para ver a Namjoon desaparecer entre la gente que lo miraba raro, quizás por como lucia su aspecto. Había corrido como nunca.

- ¡Oye! - Grito fuerte y claro, Namjoon debió reconocer su voz porque giro a verle. La preocupación y el miedo de que se lastimara se mezclaron en su expresión.

Namjoon y él intercambiaron miradas y como si eso hubiese sido suficiente, este siguió adelante, abriendo la puerta del auto y entrando a este.

- Bien, haremos las cosas de esa manera entonces. – Hoseok llevo amabas manos a su cintura viendo el auto partir.