Capítulo 5.

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Kayla.

22 de febrero, 2023.

No puedo creer que nada saliera como lo tenía pensado y que en estos momentos me encuentre esperando al mismísimo Charles Leclerc; padre de mi hija.

Ayer en la mañana Lando me dijo que Charles quería reunirse hoy con nosotras y a pesar de que estoy temblando por los nervios, sé que tengo que enfrentarlo.

—¿A quien estamos esperando, mami? —la voz de Roma me saca de mis pensamientos—Quiero ir con los tíos Lan y Oscar.

Me vuelvo hacia ella y tiene un puchero en sus labios, le entrego mi móvil porque sé que con el llamara a Lando o Oscar.

—No tardes demasiado, los tíos están ocupados—le digo acariciando una de sus mejillas—Nos veremos con ellos más tarde.

—Sí, mami.

Me recuesto en mi silla viendo como mi hija va a llamar a Lando cuando alguien se aclara la garganta haciendo que tanto yo como Roma voltee a verlo.

—Buenos días, perdón por la demora—sonríe apenado—Tenia un entrenamiento con Andrea y terminamos un poco tarde.

Asiento dándole a entender que esta bien, arrastra la silla para poder sentarse enfrente de nosotras y veo como sus ojos se desvían hacia Roma.

—Hola, pequeña—le sonríe.

Las mejillas de mi hija se tiñen de carmesí y revolotea sus pestañas.

—Hola—dice tímidamente.

Charles sonríe ampliamente antes de volver la vista hacia mí de nuevo, nos quedamos en silencio unos segundos antes de escuchar la voz de alguien más.

—¡Tío Lan! —el grito de Roma le sigue sorprendiéndonos—Estoy aburrida, mami esta hablando con un señor.

—Cariño, ve a aquel sofá para hablar con el tío Lando—le susurro en el oído.

Asiente y corre un poco hacia el sofá dejándonos solos, mi mente trabaja rápidamente para poder decir algo primero, pero Charles es el que habla primero.

—Hay tantas cosas que quiero saber en estos momentos, Kayla—suspira un poco— ¿Por qué no me llamaste? Te deje una nota con mi nombre y número.

Niego a lo que dice.

—A la mañana siguiente cuando me levante no había una nota, Charles—digo segura—Solamente me levante con mi mejor amiga preguntándome con quien había pasado la noche.

—¿Cómo puedo creerte? No sé si ya sabias quien era yo y solo me...

—Ten cuidado con lo que digas.

Cierra sus ojos un momento y asiente.

—Lo lamento, esto esta pudiendo conmigo—pasa sus manos por su cabello—Dame unos segundos.

Lo observo llamar al camarero y pedir un vaso de agua, después de unos minutos el mismo señor regresa con el vaso de agua y cuando se retira, lo observo beberlo en cuestión de segundos y me sorprende que se derramara una gota.

—Sé que esto es difícil de creerlo, pero te juro que cuando nos conocimos no sabia quien eras y a que te dedicabas—trato de mantenerme tranquila—Me di cuenta de quien eras unas semanas después del nacimiento de Roma.

—¿Qué día nació? —pregunta un poco serio.

—Quince de octubre de dos mil dieciocho.

Suelta una risa y yo también, Roma nació un día antes que Charles; y un día después que su tío Arthur.

Bandera a Cuadros | Charles LeclercOn viuen les histories. Descobreix ara